La autoridad sanitaria advierte sobre el uso incorrecto de sueros de hidratación, sales de rehidratación oral y bebidas energizantes, productos que no deben consumirse sin criterio médico ni mezclarse con alcohol durante las celebraciones de fin de año.
Ante el aumento del consumo indiscriminado de sueros de hidratación, sales de rehidratación oral y bebidas energizantes, el Invima encendió las alertas por los riesgos para la salud asociados a su uso inadecuado, especialmente en temporada decembrina, cuando estas sustancias suelen emplearse erróneamente para aliviar la resaca o aumentar la energía.
El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) advirtió que los sueros de hidratación y sales rehidratantes están formulados bajo parámetros técnicos específicos y no son productos de uso general. Su finalidad principal es el tratamiento de deshidratación leve, moderada o grave, provocada por vómitos, diarrea intensa u otras condiciones clínicas que generan pérdida rápida de líquidos y electrolitos.
La entidad explicó que el aumento en su uso responde, en gran parte, a la intensa publicidad, la cual ha promovido una percepción equivocada sobre sus beneficios, llevando a que se consuman sin necesidad médica.
No sirven para el “guayabo” ni deben mezclarse con alcohol
Uno de los principales llamados de atención del Invima está relacionado con la creencia de que estos productos ayudan a combatir la resaca. La autoridad fue enfática en señalar que no son efectivos para el guayabo y que no deben mezclarse con bebidas alcohólicas, ya que su uso fuera del contexto terapéutico puede generar efectos adversos.
Al tratarse de medicamentos de venta libre, estos incluyen contraindicaciones, advertencias y precauciones que deben ser respetadas por los consumidores.
El Invima también alertó que la ingesta excesiva de sueros hidratantes y bebidas energizantes puede causar hipernatremia, una elevación peligrosa del sodio en la sangre.
Además, estos productos están contraindicados para personas con insuficiencia cardíaca, renal, hipertensión, edemas o que se encuentren bajo tratamientos médicos que retengan sodio, ya que podrían agravar su condición de salud.


