El funcionario especificó que la cama hospitalaria no es utilizada para atender pacientes con Covid-19.
Centenares de críticas surgieron en las redes sociales al conocerse el caso de un paramédico que limpia una camilla con un trapero a las afueras del centro de salud de Bastidas, violando los parámetros asépticos y clínicos para estos casos.
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El cuestionamiento obligó al gerente interventor de la ESE Alejandro Próspero Reverend, Román de la Rosa, a pronunciarse y dar a conocer la versión de los hechos en el que involucra a una ambulancia de la red pública hospitalaria y un empleado de la entidad.
Todo indica, según de la Rosa, que en el vehículo no fue trasladado ningún paciente con Covid-19. El funcionario asegura que la ambulancia sí asistió un servicio pero de un menor de edad remitido desde Guachaca y que en el camino vomitó la camilla.
“Al llegar al Centro de salud al paciente se le practica la limpieza general debido al vómito en su cuerpo para ser atendido de manera inmediata… con el fin de determinar si hay posible contagio o no por Covid como primera medida preventiva, para luego determinar los otros síntomas”, aclara el comunicado.
Posterior al ingreso, la tripulación de la ambulancia 814 procedió a la limpieza de la unidad y la camilla, “para luego sí realizar el protocolo de asepsia aplicado cada vez que se traslada una persona por cualquier síntoma presentado” asegura el Interventor.
El Gerente concluyó la aclaración indicando que, si bien el video se puede interpretar como un aseo general, no es menos cierto que en realidad fue la limpieza del vómito. Y posterior a ello se desinfectó el vehículo con una sustancia conocida como Sefercol, un amonio cuaternario de quinta generación, especial para este tipo de limpiezas.