La esposa del fallecido se dio cuenta al llegar a la fúnebre que el cadáver no correspondía al de su pareja.
En medio del dolor una familia samaria se encuentra consternada por la equivocación de una clínica de la ciudad que entregó el cadáver de otra persona que no era el de su ser querido.
Se trata del cuerpo de Jairo José Acosta, un hombre que había ingresado a la clínica el pasado sábado por una caída que tuvo en su vivienda; los galenos atendieron al hombre que dos días después fue reportado muerto por una crisis de azúcar.
Por cuestiones de protocolos de bioseguridad, a la familia no se les permitió ver cuerpo sin vida en la clínica, por lo que les tocó esperar hasta la velación en la funeraria.
Sin embargo, la sorpresa se la llevó Luz Marina Melo, esposa de Jairo José Acosta, cuando llegó al ataúd a darle el último adiós a su pareja y se dio cuenta de la tremenda confusión.
“El hombre que me entregaron tenía bigote, pelo largo y era canoso. Mi esposo no tenía cabello”, dijo Luz Marina.
Lo más preocupante para la familia Acosta Melo, fue que el cadáver equivocado correspondía a un paciente con Covid-19, de acuerdo con el reporte de la clínica.
Por lo que, todos los miembros del núcleo familiar quedaron expuestos al virus, por la negligencia de la clínica y funeraria que no se percataron del intercambio de los cuerpos.
Esta familia le exigió a la clínica que les tomaran las pruebas de Covid-19 para determinar si contrajeron la enfermedad.
Por su parte, la Clínica Cehoca la responsable de la confusión no se ha pronunciado, solo confirmó el error e hizo el cambio de los cuerpos a cada familia.