Cuando se habla de robos, lo común es pensar en dinero, electrodomésticos o celulares. Pero en Santa Marta, la realidad supera la lógica: esta vez, los ladrones tenían como objetivo… un colchón.
El insólito hecho ocurrió alrededor de las 3:00 de la madrugada cerca del cementerio San Miguel, en la intersección de la calle 22 con carrera 8. Amparados por la oscuridad y el silencio, dos hombres forzaron la entrada de un almacén de colchones con la intención de llevarse lo que pudieran cargar, aunque lo que terminaron intentando sacar fue uno de los productos más grandes y llamativos del local.
Con total descaro rompieron la puerta e intentaron huir cargando un colchón como si se tratara de un botín común. Pero lo que no previeron fue la rápida reacción de los vecinos, quienes, ya acostumbrados a estos episodios, dieron aviso inmediato a las autoridades y activaron una red de alerta comunitaria.
La respuesta policial fue casi inmediata. Los uniformados llegaron justo cuando los delincuentes intentaban abandonar el lugar con el colchón a cuestas. No lograron escapar.
Además, las cámaras de seguridad del establecimiento captaron toda la escena, facilitando la identificación de los responsables, quienes ahora enfrentan cargos por robo.
Este curioso episodio se suma a la lista de delitos poco convencionales que, aunque parecen sacados de una comedia, reflejan una realidad preocupante: la creatividad del crimen no tiene límites.
