El joven fue trasladado de inmediato a una clínica, donde los médicos lograron estabilizarlo.
Lo que parecía una idea “creativa” para ganar seguidores terminó en urgencias. En el departamento de Córdoba, un joven influencer cocinó y comió un arroz preparado con Frutiño, el polvo saborizado que se usa comúnmente para hacer jugos, y lo transmitió en vivo para sus seguidores en redes sociales.
En busca de más likes y visualizaciones, el joven preparó un caldero completo con esta mezcla inusual, sin prever las consecuencias. Minutos después de ingerirlo, comenzó a presentar fuertes síntomas de intoxicación, como náuseas, vómitos y malestar general.
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Según el personal de salud, el paciente se encuentra fuera de peligro, pero permanecerá en observación durante las próximas horas.
Este insólito caso ha generado polémica en redes sociales, donde muchos usuarios han cuestionado los límites de lo que algunas personas están dispuestas a hacer por obtener reconocimiento en internet.
El incidente reabre el debate sobre los riesgos de exponerse a retos absurdos o peligrosos con el único fin de volverse viral, especialmente entre jóvenes que buscan fama en plataformas digitales.
