Siete años han tenido que pasar para que las víctimas de este trágico accidente que sacudió a los colombianos sean reparadas.
Muchos han sido los reclamos y las lágrimas de las familias que perdieron a sus hijos en esta triste escena que aún retumba en sus recuerdos y por la que hoy el Tribunal Administrativo del Magdalena condenó a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia.
En el incendio de este bus en Fundación, Magdalena, ocurrido el 18 de mayo del 2014, se trasladaban 46 menores de edad, de los cuales 33 murieron calcinados.
Argumentando que la Iglesia es responsable de la tragedia por asumir la movilización de los menores, hacerlo sin personal idóneo y en un medio de transporte inadecuado, el Tribunal confirmó que la Iglesia deberá pagar una suma millonaria.
Se trata de 27.805 salarios mínimos legales mensuales vigentes, es decir, $25.261.565.430 millones para indemnizar a los familiares de las víctimas y a los lesionados.
“Era un transporte de niños que escasamente alcanzaban los 5 años de edad, lo que requería un especial cuidado en su custodia, medidas que evidentemente no se atendieron y por eso se ordena la reparación de los perjuicios materiales y morales que se causaron en este hecho tan lamentable”, dice la sentencia.
El dinero correspondiente a la condena deberá ser entregado al Fondo para la Protección de los Derechos Colectivos y se repartirá entre todos los que sufrieron perjuicios morales y materiales.