La Conferencia Episcopal respondió a la sentencia emitida el pasado 22 de julio por la Corte Constitucional.
Por medio de un comunicado la Conferencia Episcopal de Colombia informó a la comunidad católica que la práctica de la eutanasia constituye una “ofensa” a la dignidad de la persona humana y fomenta la “corrosión” de los valores del orden social.
De modo que pidió al Estado colombiano garantizar la atención médica a todos los ciudadanos que padecen enfermedades graves, incurables o en estado terminal. así como ayudar con recursos económicos e intervención psicosocial, a las familias y cuidadores más desprotegidos.
Este pronunciamiento se da como respuesta a la sentencia C-233 de 2021, con la que la Sala Plena de la Corte Constitucional amplió el derecho a la eutanasia para los pacientes que sufren de padecimientos anteriormente mencionado.
“Conscientes de nuestra responsabilidad en medio de la realidad democrática y pluralista de nuestra nación, proponemos algunas consideraciones con el ánimo de contribuir al diálogo y al discernimiento común sobre los valores que han de orientar a nuestra sociedad”, señala el documento firmado por los arzobispos.
Asimismo, señalan que tanto la complejidad de la enfermedad como las condiciones relacionadas para decidir terminar la vida, “deben afrontarse con profunda delicadeza y respeto, ya que son situaciones dolorosas, que ponen a prueba a la persona en su integridad y a su entorno familiar, y que reclaman, como en ninguna otra circunstancia, el ejercicio de la libertad personal y el acompañamiento de la sociedad”.
Por lo que sostienen que ampliar el rango de los casos en los que se puede solicitar el procedimiento no promueve –lo que calificaron– de un supuesto derecho, sino que: “constituiría un serio peligro para los más frágiles y vulnerables de nuestra sociedad, sobre quienes pendería el peso de la posible supresión de sus vidas, dando lugar a un serio condicionamiento para el ejercicio de las libertades”.