Atracos a mano armada, manadas de rompevidrios, asalto en buses y a transeúntes, ladrones de joyerías, bancos y de carros de valores que se enfrentan a la Policía.
El capítulo de seguridad ciudadana es otro de los retos que tiene el presidente Iván Duque en los tres años de mandato que le restan. La preocupación es tal que ya se instruyó a la Casa de Nariño y a la Fuerza Pública para que se coordinen estrategias de choque que permitan bajar las cifras del hurto a persona, tal y como se ha hecho con el tema de homicidios.
Ninguna ciudad pareciera salvarse de este fenómeno, avivado por la alta tasa de reincidencia de delincuentes, el creciente desempleo y hasta las migraciones. Además, que viene acompañado de altas dosis de violencia.
Datos de la Fiscalía señalan que, en promedio, 1.136 personas son víctimas de hurto cada día. Y las ciudades con un mayor índice de denuncias son Bogotá, con 75.483 casos; Cali, con 14.546; Medellín, con 17.527, y Bucaramanga, con 4.031.
Sin embargo, el hurto a personas también ha aumentado en Cartagena, Riohacha, Santa Marta, Yopal, Cúcuta, Puerto Carreño, Mocoa, Popayán, Sincelejo, Leticia, Manizales, Quibdó, Montería y Barranquilla.
Según la Secretaría de Seguridad de Bogotá, en los primeros 6 meses del año se han registrado 68.699 casos de hurto a personas, frente a 58.022 del año pasado (la Fiscalía tiene cifras más altas).
Y Bogotá Cómo Vamos reveló hace un par de días que, entre enero y junio de 2019, se registraron 9.836 robos en TransMilenio (54 al día) y 706 en los buses del SITP (4 diarios).
Si la tendencia continúa, es probable que se superen los índices de robo a personas registrados en todo el 2018, año en el que hubo 104.514 casos, siendo el robo de celulares el de mayor impacto, con 65.066 casos.
“Se necesita la imposición de penas más severas por parte de los jueces (…) Pese a la gran cantidad de capturas en flagrancia que realizan las autoridades, gran parte de los delincuentes quedan en libertad a las pocas horas”, aseguró el saliente alcalde Enrique Peñalosa ante las cifras.
Se necesita la imposición de penas más severas por parte de los jueces
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La trashumancia del crimen
En Medellín, otra capital históricamente golpeada por el crimen, también se registra un aumento en el hurto a personas. En los primeros seis meses del año, se reportaron 12.510 casos, mientras que en el mismo período de 2018 la cifra era de 11.723.
Y aunque la Policía le ha dado certeros golpes a la delincuencia común y organizada, hay evidencia de bandas de ladrones que van de ciudad en ciudad, y que, incluso, un clan criminal de Bello, Antioquia, se estaría apropiando de la delincuencia en Soacha, Cundinamarca, en el eje cafetero y en la Costa.
En esas zonas, según la Fiscalía, combinan el hurto con la extorsión y el microtráfico.
En Cali, sus autoridades también reconocen que no han logrado romper la curva de crecimiento en esta materia.
Este año van 6.504 casos (con corte al 24 de julio), mientras que en el 2018 –en el mismo período– iban 5.021. Y el fenómeno viene en ascenso. En todo el 2017 hubo 7.890 casos, frente a 9.541 de 2018.
Su secretario de Seguridad, Andrés Villamizar, le dijo a EL TIEMPO que entre las causas está un déficit de al menos 1.500 policías en la ciudad.
“Vemos con preocupación que no hay directrices claras sobre seguridad ciudadana y cada ciudad está trabajando por su lado. Además, hay una crisis muy grave del pie de fuerza y aún no tenemos respuestas claras del Ministerio de Defensa”, precisó Villamizar.
Gobernadores y alcaldes siguen pidiendo que la seguridad ciudadana sea reforzada con Ejército, un tema que aún no se ha contemplado ni descartado.
Tomado de El Tiempo