La Junta de Acción Comunal del barrio El Pantano viene haciendo la popular ‘vaca’, con el fin de recuperar el centro de salud del sector, el cual se encuentra abandonado debido a la falta de inversión por parte de la Alcaldía Distrital.
La comunidad pide la colaboración de cualquier persona que pueda donar materiales como pintura, puertas, ventanas, cielo raso, sillas, entre otros; los cuales servirían como insumo para adecuar cada una de las instalaciones del puesto de salud.
Paola Romero, presidenta de la Junta de Acción Comunal dijo que “después de que tengamos los materiales entraríamos a trabajar inmediatamente con mano de obra puesta por la misma comunidad, para que esté listo y pueda llegar la gente”.
Por otro lado, entrarían hacer el año rural y a ejercer su función médicos recién graduados de las Universidades Cooperativa de Colombia y Unimagdalena. “Este fue un convenio que se logró gracias a la gestión que hizo la comunidad”, dijo la líder.
Actualmente el puesto de salud está habitado por una familia de venezolanos, quienes abandonaron el vecino país, pero por la necesidad y la falta de recursos económicos se han dedicado a cuidar y utilizar los antiguos consultorios médicos, de odontología y el baño, como si fuera una vivienda propia.
EXIGIENDO GARANTÍAS EN MEDIO DEL OLVIDO
La Junta de Acción Comunal radicó varios derechos de petición, el primero de ellos con fecha del 18 de Julio de 2017 ante el Ministerio de Salud, dicha cartera exigió a la Alcaldía Distrital la apertura de Centro de Salud, pero no pasó nada, y el segundo fue radicado el 8 de octubre del año 2018 ante la ESE y la Alcaldía de Santa Marta.
Actualmente la ciudadanía se encuentra en trámites de radicar una acción popular para dar con una mejor respuesta, de ese modo será un Juez de la República quien ordene lo que los moradores de El Pantano tanto han pedido por las buenas. Alrededor de mil personas esperan que se les mejore la situación.
El panorama se vuelve más abrumador sobre todo para los adultos mayores, quienes sienten la vulneración de sus derechos, ya que les toca trasladarse al centro de salud del barrio Bastidas para tomarse la presión arterial, cuando deben ser sujetos de especial protección.