La Policía de turismo apoyó la iniciativa de los conductores y guías del corregimiento de Minca.
Conductores, guías turísticos y la Policía de turismo buscan salvar a Pozo Azul del los visitantes “depredadores” que cada temporada vacacional llegan hasta el sitio y destrozan el balneario dejando los desechos en el río.
Según información conocida por esta casa periodística, Pozo Azul, que se ubica en el corregimiento de Minca, ya se encuentra señalizado y con letreros de prevención para evitar hechos que lamentar.
“Señalizamos para que los visitantes sepan cada procedimiento que deben realizar al llegar aquí. No queremos que turistas sigan muriendo ahogados o por golpes que sufren cuando se lanzan desde las gigantescas piedras”, enfatizó un guía que se unió a la labor.
Asimismo, se supo que estas personas también buscan evitar que el Distrito tome medidas drásticas contra el balneario. Al parecer, las autoridades estudiaban cerrar el encanto de propios y visitantes.