La elaboración de esculturas como la de Gabriel García Márquez, debe ser sometida a licitación nacional e internacional, para que participen artistas de otros países.
La decepción y descontento de samarios y magdalenenses es generalizado. Ninguna de las esculturas con los que se les hace reconocimiento a varios de sus hijos, por sobresalir nacional y mundialmente se parecen a ellos. Son consideradas un fraude.
Y lo que más llama la atención, es la complicidad e indiferencia de las autoridades administrativas, que a sabiendas que están mal elaboradas así las aceptan, sin tener en cuenta el criterio y lo que piensa la gente a la cual se deben sus ídolos.
Esculturas de Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura, develadas en Buenos Aires (Argentina), y la construcción de otra en su natural Aracataca, han causado indignación entre su coterráneos y hombres de historias y letras, porque no encuentran semejanzas con el ‘Hijo de Aracataca’, y sin embargo, pese a los reparos y protestas, siguen erguidas.
El descontento de los cataqueros radica en que no se elaboró la obra que se había escogido inicialmente y sobre la marcha se elaboró una que en nada tiene que ver con la propuesta inicial. La presentada por el artista cartagenero Óscar Noriega fue descartada y al final se escogió la del maestro guajiro Otto Arrieta.
“Se presentaron en total cuatro cotizaciones de escultores, siendo la de Arrieta la que, según el concepto general, llenaba los requisitos”, explicó Indira Fernández, interventora del proyecto, elaborado en la Plaza Bolívar de Aracataca.
En Ciénaga, segunda ciudad del Magdalena, también fue objeto de polémicas y protestas recientemente por la construcción de una estatua elaborada por el artista Edward Barrera Díaz, donde se le rinde homenaje a Carlos Vives y al hijo de esa tierra Guillermo de Jesús Buitrago.
A criterio de la comunidad, la obra instalada en la Plaza del Centenarios, donde se observa al cantante samario, recibiendo una guitarra de manos del ícono cienaguero, se ha convertido en epicentro de muchas polémicas, porque no se parecen en nada a los homenajeados y en el caso del artista y actor samario, tiene más rasgos de mujer.
Dos años después, sigue la polémica en Ciénega, por dicho trabajo, hasta el punto que la consideran un despropósito, una falta de respeto para con los autores de la ‘Tierra del Olvido’ y ‘La Víspera de Año Nuevo’, considerando que el alcalde de ese entonces Edgardo Pérez y sus asesores se pifiaron con la obra.
“El gran cantaautor Guillermo Buitrago merece más que esto”, sostuvo a su turno el sociólogo e historiador, Carlos Payares, al ser consultados por los diferentes medios locales y regionales, quién advirtió que la Gobernación del Magdalena debería dignificar a Guillermo Buitrago con la construcción de un Centro Cultural y Museo para mostrar su vida y obra.
POCOS PROFESIONALES
Para el historiador y sociólogo Edgar Rey Sinning, el problema de estas esculturas radica en que no fueron contratadas con las personas idóneas, sino que se hicieron para favorecer a alguien, es decir, “para pagar favores de amigo”.
“Fueron elaboradas por personas pocos profesionales”, y dijo que, en el caso de Gabriel García Márquez, debió ser elaborado por un artista de la talla de Fernando Botero, o someter su construcción a una licitación pública para que participen artistas de renombres de otros países.