Mucha preocupación tienen los residentes del nororiente de la ciudad, porque cada día es mayor la emergencia que socava las bases de la institución educativa San Francisco Javier.
En el sector de Garagoa los vecinos se encuentran preocupados por el impacto de la erosión del río Manzanares.
Debido a las frecuentes lluvias que se han registrado durante los últimos días, se presenta un peligro para la Institución Educativa San Francisco Javier.
Así lo han denunciado residentes en la zona, quienes indicaron que si no se construye unas barreras protectoras, como las que se instalaron en otros pasajes del afluente, caso de Nueva Mansión, lo más probable es que se siga erosionando y no solo atenta contra la institución educativa, sino con las casas vecinas.
Ayer, nuevamente los directivos de la institución educativa que alberga unos 2.400 estudiantes volvieron a llamar la atención de la Alcaldía Distrital, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, la Gobernación del Magdalena y el Estado, para que se adopten mecanismos que ayuden a evitar una tragedia.
Demandaron también la atención de la Unidad Nacional de Atención del Riesgo de Desastres, UNGRD, para que adopte medidas que puedan evitar que la erosión de las orillas del Manzanares, siga su proceso acelerado.
“Esta situación está afectando considerablemente el terreno, poniendo en riesgo las actividades y la seguridad de alrededor de 2.400 estudiantes y comunidad educativa en general”, dijo uno de los directivos de la institución educativa del Distrito de Santa Marta.
La preocupación de directivos docentes, padres de familias, docentes y estudiantes es que en el momento de que el río socave las paredes la primera en sufrir afectación sería la guardería, donde se instruye la chiquillada de esos barrios marginales de la capital del Magdalena.