La secretaría de Cultura acordó con el MinCultura restaurar los patrimonios de la ciudad.
El Fuerte de San Fernando, construido en el año 1725 en las estribaciones del cerro La Pedrera, entre las playas San Carlos y Lipe, en el costado sur de la bahía samaria, hoy se cae a pedazos.
Así lo dio a conocer el concejal Osvaldo Socarras en un debate de la comisión segunda donde estaba presente la secretaria de Cultura Distrital, Yunia Palacio.
En las imágenes presentadas por el cabildante se observa como una de las paredes laterales del fuerte se vino al suelo y no se le ha prestado la atención necesaria a este patrimonio cultual.
“Todo esto está sucediendo a espaldas de los samarios. No he visto a la administración manteniendo estos espacios tan importantes de patrimonio”, expuso Socarras.
Este fuerte fue construido para resguardar la ciudad de los ataques de los piratas, que constantemente llegaban a esta tierra a cometer sus fechorías, pero hoy está tirado al olvido.
“Le pedimos que mantengamos estos lugares, que no los dejemos morir. Eso tiene historia y así se pone a producir como en otras ciudades”, le decía Socarras a la secretaria de cultura.
Una de las propuestas del concejal con este espacio es que se convierta en un atractivo cultural, que se puedan generar ingresos a partir de las visitas que allí se generen.
Sin embargo, esta iniciativa se ve desdibujada debido a que el fuerte colinda con el Batallón Córdova y la máxima Unidad Táctica Militar del Caribe, como es la Primera División del Ejército.
Habrá intervenciones
Al conocer el estado del Fuerte de San Fernando, la secretaria Palacio expuso que ya está en conversaciones con el Ministerio de Cultura para restaurar todos estos escenarios representativos de la ciudad.
“Hubo una reunión con la directora de patrimonio del Ministerio de Cultura que es el doliente principal, hicimos una reunión con la alcaldesa para empezar a trabajar exclusivamente en esos patrimonios”, aseguró Yunia Palacio.
La jefe de la cartera de cultura aclaró que no pueden entrar a intervenir sin la anuencia y la participación del ministerio.
“Hay una Ley donde dice que es el Ministerio de Cultura quien tiene que entrar a arreglar todos esos patrimonios y la secretaría de Cultura estará coadyubando”, explicó.
Por el momento, el mar es el único testigo de como la estructura del fuerte se quiebra y empieza a desmoronarse, a la espera de que sus dolientes lo restauren y le den la importancia que tuvo en el siglo XVIII.