La mujer asegura que hubo inconsistencias en el proceso en contra del hombre para favorecerlo.
Desde el 2016 la vida de Luz Marina Manjarres Ruiz, según ella cuenta, ha sido un calvario ya que instauró una denuncia por maltrato intrafamiliar contra su expareja, el fiscal provisional Jaime Gaitan Sirtiori y esta nunca dio resultados positivos. Por el contrario, la llevaron a instancias penales donde ahora ella es la acusada.
En el año mencionado, exactamente el 17 de enero, Jaime Gaitan habría llegado en estado de alicoramiento hasta la casa de Luz Marina a quien presuntamente le propinó una golpiza estando la mujer con su hijo en brazos y no bastándole, también habría violentado a la madre de su pareja, que está en condición de discapacidad.
A raíz de esto, la mujer denunció al agresor por maltrato intrafamiliar, pero “muy extrañamente la denuncia fue calificada como lesiones personales, teniendo en cuenta que había un menor, una persona en condición de discapacidad y que ella era su pareja”, manifestó la afectada.
Como consecuencia fue enviada a medicina legal por parte de la Fiscalía y tras revisiones le dieron una incapacidad de 10 dias y a su madre de cinco.
Luz Marina cuenta que, en el 2018 decidió romper nuevamente su silencio y presentó un proceso de regulación de cuota alimentaria, ya que estaba recibiendo $500 mil que no le alcanzaban para los gastos del menor y aunque se lo manifestó al padre, este no habría hecho nada al respecto.
Por los requerimientos de la solicitud, debió anexar un comprobante del sueldo que devengaba el acusado, así que presentó el historia laboral que tenía en su poder y por esto, fue denunciada penalmente.
“El señor me acuso de fraude procesal y habeas datos por suministrar esta información, aprovechando este proceso para acosarme y atemorizarme”, agregó la denunciante.
Luego, el 5 de abril de 2019 la llamarían a conciliar en la Fiscalía 24 Local, donde según ella, se presentaron inconsistencias y le solicitaban pagarle una incapacidad a él, que era una cantidad absurda para la mujer, ya que él tenía un sueldo superior y por ende debía desembolsar mucho más dinero.
“Ese día me sentí en desventaja porque la fiscal tuvo un trato desigual, a tal punto que lo dejaron usar el celular dentro de la conciliación y me insistían que debía conciliar, pero me parecía una desfachatez tener que pagarle a una persona que llego hasta mi casa y nos agredió”, expresó Luz.
Por ello no concilió y decidió seguir en la lucha con este proceso, en búsqueda de una justicia que intentara solventar los daños físicos y psicológicos que habían sufrido, instaurando una denuncia ante la defensoría del pueblo.
Sin embargo, dispuso conciliar y desistir del caso el 23 de septiembre de 2020, a cambio de que Jaime Gaitán retirara el proceso en su contra y se alejará de ella a partir de la fecha, con el fin de no afectar su bienestar físico y psicológico suyo y el de su hijo.
Sin embargo, pese a que el hombre se habría comprometió a hacerlo, en este año 2023, Luz Marina conoció que el proceso por habeas datos sigue abierto, evidenciando que no cumplió con lo acordado.
Esto tras una discusión que sostuvo telefónicamente el 28 de marzo con la madre del acusado, siendo citada dias después por la URI para continuar con el proceso.
“El nunca cerró el caso, lo tenia como un as bajo la manga, no es justo que el beneficiado en la conciliación sea quien me violentó física y psicológicamente”, concluyó.
El proceso por maltrato intrafamiliar que tenia Jaime Gaitán, fue cerrado como se acordó, según cuenta la afectada, pero él caso que la perjudica a ella aún sigue abierto, evidenciando un presunto incumplimiento del acuerdo por parte del hombre.
Por lo anterior, la afectada solicita a las instituciones competentes que se haga justicia frente a este caso, que se revisen los acuerdos y hagan cumplir lo estipulado en ellos, ya que para ella no es justo que en un caso que empezó por una agresión física hacia dos mujeres, sean las supuestas víctimas quienes termine pagándoles al señalado agresor.