La familia exige respuestas por la doble tragedia que han tenido que afrontar.
El pasado 12 de mayo en el barrio Luis R. Calvo, en medio de un acto sicarial perpetrado a las afueras de su vivienda, resultó gravemente herida Rosa Elena López Manjarrez, de 84 años de edad.
La familia no entendía lo que estaba pasando, fueron momentos de pánico, su madre quedó en medio de las balas y uno de sus hijos, Arturo Vanegas López, se lanzó hacía ella con el fin de auxiliarla y protegerla.
De inmediato fue llevada hasta el Centro de Salud de Bastidas, sin embargo, debido a la gravedad de sus heridas fue remitida hasta las instalaciones del Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche donde fue intervenida quirúrgicamente.
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“Ha sido una doble angustia”, afirma Arturo, quien describe que han tenido que cargar con el dolor de haber visto a su madre envuelta en este hecho y también enfrentarse a la atención médica, que aclara “no fue la mejor”.
Luego de la intervención su madre no pudo recuperarse, “primero no la querían atender, el médico hasta nos hizo señas de que no podía”, después de insistir la operaron y “dijeron que la bala no significaba ningún riesgo, pero mi mamá no dejaba de vomitar, argumentaron que era efecto de la anestesia y nos enviaron a la casa por todo lo de la pandemia”.
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La familia al notar que su madre no mejoraba, tomó la decisión de regresar al hospital, fue en este momento donde el personal médico notó que la señora Rosa Elena tenía su estómago y parte de los intestinos perforados, “nos dijeron que tenía materias fecales y líquidos regados por el cuerpo, posteriormente falleció”.
Arturo Vanegas señala que se trata de un caso de negligencia médica y que tomará acciones legales. Asimismo, hace un llamado a la Policía y Fiscalía para que se logre dar con los responsables del acto sicarial en el que su madre resultó herida.
