La paleontóloga del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) y de la Universidad de Zaragoza, Laia Alegret, ha participado en el estudio internacional que demuestra que el impacto de un asteroide acabó con los dinosaurios.
La revista Science publica este jueves, a las 20.00 horas, un artículo que pone fin al debate de las extinciones de finales del Cretácico y rechaza el vulcanismo como causa de la extinción del 70 por ciento de las especies.
Laia Alegret participó en 2017 en la expedición internacional a Zelandia, el nuevo continente sumergido bajo las aguas del Pacífico y del que únicamente afloran sus montañas más altas, que son Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, ha informado la Universidad de Zaragoza en una nota de prensa.
Precisamente, la paleontóloga oscense, miembro de la Real Academia de Ciencias Físicas, Exactas y Naturales desde marzo de 2019, viajará este viernes, 17 de enero, a Nueva Zelanda para poner en común con los científicos de la expedición los resultados obtenidos, que serán publicados en las próximas semanas.
La institución académica ha explicado que la causa de la última gran extinción en masa, la del límite Cretácico/Terciario hace 66 millones de años, ha generado durante décadas un intenso debate entre los defensores del vulcanismo en el área del Decán, en la India, y el impacto de un gran asteroide en la península de Yucatán, en México.
La revista Science publica este jueves un artículo en el que se determina la importancia relativa de estos mecanismos de perturbación a escala planetaria y concluye que la fase principal del vulcanismo y el calentamiento asociado comenzaron y terminaron antes del impacto y de las extinciones del límite Cretácico/Terciario. Únicamente el impacto coincidió con las extinciones. Posteriormente, nuevas fases volcánicas ralentizaron la recuperación de los ecosistemas.
DOS EVENTOS PLANETARIOS
Esta investigación precisa que hace 66 millones de años ocurrieron dos eventos a escala planetaria. Un asteroide de 10 kilómetros de diámetro colisionó en la península de Yucatán en coincidencia con el límite Cretácico/Terciario, emitiendo una gran cantidad de material fundido y gases a la atmósfera, y provocando lluvia ácida y la acidificación de las aguas superficiales oceánicas durante días o años, y un repentino calentamiento durante los días a décadas posteriores al impacto, seguido de un invierno nuclear durante décadas.
Por otro lado, el intenso vulcanismo en la India emitió enormes cantidades de lava y de gases a lo largo de varios pulsos, pero hasta el momento se desconocían los efectos relativos de ambos mecanismos sobre el clima y la biosfera.
El artículo de Science, liderado por P. Hull, de la Universidad de Yale, combina registros climáticos, bióticos y del ciclo del carbono obtenidos a partir de sedimentos y fósiles, y los compara con diversos escenarios de vulcanismo e impacto.
Asimismo, presenta la reconstrucción más detallada que existe de la temperatura global en este periodo, y emplea modelos para discernir el momento, magnitud y composición de las emisiones de gases volcánicos, en comparación con los efectos del impacto de un asteroide sobre el clima y la vida.
El estudio concluye que la mitad de los gases asociados al vulcanismo del Decán se emitieron mucho antes del impacto y no provocaron extinciones. Provocaron un calentamiento global de 2 grados Centígrados, que volvió a la temperatura original antes del límite Cretácico/Terciaro. El impacto de un asteroide es el único evento que coincide con las extinciones.
El impacto y las extinciones crearon la oportunidad inicial para la evolución de nuevas especies, pero el vulcanismo del Decán pudo haber contribuido a la lenta recuperación de los ecosistemas tras el impacto.
Tomado de El Universal