La incertidumbre y la preocupación de los padres de 15 estudiantes samarios que se encontraban confinados en Canadá parece tener un momento de calma, luego que los jóvenes regresaron finalmente a Colombia a través de un vuelo humanitario.
En aislamiento preventivo se encuentra el grupo de 15 jóvenes samarios que había viajado a Toronto, Canadá, para realizar sus estudios de inglés en la escuela Airlan.
Los menores de edad permanecen alojados en un hotel de la ciudad de Bogotá en buen estado de salud y con todas las medidas de bioseguridad. Los estudiantes regresaron a Colombia este martes mediante un vuelo humanitario.
Juan Carlos Ramírez, uno de los padres de familia, manifestó que los jóvenes están bastante tranquilos, ya que ninguno está asintomático, sin embargo, se encuentran aislados en sus respectivas habitaciones con el fin de prevenir cualquier contagio por el virus.
“El avión llegó con un cupo de 300 personas, y en el aeropuerto de Bogotá le tomaron la temperatura a cada uno de los pasajeros, no hubo necesidad de realizarles pruebas, porque no hay síntomas del virus”, aseguró Martinez, quién está en constante una comunicación con su hijo.
Por otro lado, Martinez manifestó que junto a los demás padres de familia, tuvieron que radicar una queja al Ministerio de Tranporte, teniendo en cuenta que en la ayuda humanitaria no existió ningún tipo de contratación para transportar a los jóvenes desde el aeropuerto al hotel donde se iban a alojar.
“A pesar de esto, la propietaria del hotel se ofreció a colocar la disponibilidad de unas busetas, pero de eso debía encargarse era la cancillería. Esto nos ha causado molestia, porque pensamos que iban a dejar a nuestros hijos a la deriva en el aeropuerto”, dijo Martinez.
Mientras tanto los padres de familia que se encuentran en la ciudad de Santa Marta, guardan las esperanzas y están a la espera de que el 11 de mayo, fecha a la cual se extendió la cuarentena, el Gobierno Nacional permita el ingreso y salida de vuelos nacionales y puedan ver a sus hijos sanos y salvos.
En estos momentos los gastos económicos que tienen que ver con la alimentación y el alojamiento de los jóvenes en el hotel, son pagados por cada uno de los padres, quiénes han hecho el gran esfuerzo de conseguir los recursos para mantenerlos en la capital del país mientras termina el confinamiento.
Por otro lado, los adultos también enviaron una carta escrita a la empresa que se encargó del traslado de los menores a Canadá, con el fin de revisar el caso y determinar cuales acciones se van tomar en cuanto a la finalización de sus estudios de inglés que les habían prometido.
“El curso quedó congelado, y los padres que deseen podrán permitir el envío de sus hijos nuevamente al exterior para que culminen sus estudios en segunda lengua cuando todo esto pase”, dijo.