Desde niño, Jack Alonso De las Salas, estudiante de primer semestre del Programa de Cine y Audiovisuales, entendió que la música es más que una combinación de sonidos, esos que, pese a no escucharlos, siente, baila y disfruta desde el sentido del tacto, permitiéndole percibir la propagación de ondas y descifrar cualquier género musical.
Asegura que es “un talento que Dios le ha otorgado”, y que esa afición por ritmos como la champeta, el vallenato y la salsa, fue lo que impulsó la decisión de estudiar la unidad académica que escogió en la Universidad del Magdalena, una Institución que le ha brindado todas las oportunidades para convertirse en un profesional íntegro.
Jack tiene una discapacidad auditiva y fue uno de los participantes activos de la Semana Internacional de las Personas Sordas organizada por la Dirección de Desarrollo Estudiantil, jornada en la que disfrutó actividades lúdicas, culturales y deportivas. El estudiante mencionó que fueron días inolvidables donde todos en la Alma Mater, se expresaron mediante la lengua de señas.
“Me parece que la inclusión se está palpando en todos los estudiantes, es excelente observar personas ciegas, con movilidad reducida, sordos y oyentes, unidos para trabajar por un mismo objetivo… es algo que nos hace feliz”, manifestó.
Además de la música, la fotografía, la tecnología y el deporte han sido parte de sus pasiones en la vida, las cuales complementa con el modelaje y la industria del séptimo arte. Para Jack hay un propósito que le quita el sueño y es el de crear un canal de comunicación en Youtube dirigido por personas sordas. “Sería interesante aprender para ser un profesional en el Cine, la manera en que nosotros vemos la vida es muy diferente y poder trabajar para que la comunidad sorda se sienta identificada es algo fascinante”, indicó.
En cuanto a lo académico, es un estudiante que considera que la Universidad reúne todas las herramientas para transformar la vida de las gentes, tal como se estipula en el Plan de Gobierno 2016-2020 Por Una Universidad más Incluyente e Innovadora, que lidera el Doctor Pablo Vera Salazar.
En la sociedad dudan que una persona sorda pueda interesarse y disfrutar de la música, sin embargo, este joven estudiante cree que esa creencia se debe a miedos e inseguridades. “Algunos sordos son pocos receptivos a eso, pero creo que la familia influye mucho en eso, si hay una buena relación es posible que puedan abrirse al mundo y a lo que sucede alrededor”, señaló.
Este joven de 26 años es prueba de que no hay limitaciones que impidan descubrir nuevas cosas. Es una persona amigable y con gran sentido de compañerismo – coincidieron sus compañeros de clase-. Concluyó afirmando que “siente muchísimo el apoyo de la Institución y eso es algo que lo impulsa a seguir estudiando”.