El Clan del Golfo podría inclinar la balanza política hacía alguno de los candidatos.
El reciente paro armado decretado por el Clan del Golfo, generó terror en todo el territorio nacional y, sobretodo, colocó en vilo la seguridad democrática de varios departamentos del país.
En el Magdalena, este grupo al margen de la ley demostró a las autoridades y a los gobiernos, el poderío que tiene en sus zonas de injerencia. Especialmente, en la subregión del río.
De acuerdo con el defensor de derechos humanos, Lerber Dimas, esta situación colocaría en riesgo las elecciones presidenciales el próximo 29 de mayo, argumentando que esta banda criminal inclinaría la balanza hacía alguno de los candidatos.
“El Clan del Golfo se ha posicionado a sangre y fuego en el Magdalena. Por ello, todo apunta a que colocarán en jaque los próximos procesos electorales”, manifestó el también antropólogo, Lerber Dimas.
Asimismo, Dimas señaló que la zona este del departamento ha demostrado ser susceptible al tema electoral, por lo que estas falencias son aprovechadas por la delincuencia organizada para sacar el mayor provecho posible.
“En los comicios pasados, este grupo impidió que más de 5 mil personas ejercieran su derecho al voto en más de 56 veredas del Distrito de Santa Marta. Imaginen lo que se puede venir en el resto del Magdalena”, aseveró el defensor de derechos humanos.
Para el antropólogo ha habido una “reacción tardía de las autoridades” y no han planificado acciones contundentes para contrarrestar el actuar delictivo de las AGC en el territorio.
Finalmente, Leber Dimas hizo un llamado a las autoridades a activar rutas seguras que garanticen la democracia en municipios como Guaimaro, San Sebastián de Buenavista, El Banco, El Difícil, Zona Bananera, Aracataca, entre otros.