Cese unilateral del ELN regirá entre el 24 de diciembre y el 3 de enero, mientras persisten dudas por su historial de violencia armada y el llamado de la Defensoría del Pueblo a proteger a la población civil.
El cese unilateral del fuego anunciado por el ELN fue comunicado en las últimas horas por esa guerrilla ilegal, que aseguró suspender operaciones militares ofensivas durante la temporada de Navidad y fin de año en Colombia, una decisión que se extenderá desde las 00:00 horas del 24 de diciembre hasta las 00:00 horas del 3 de enero de 2026, según el pronunciamiento divulgado públicamente.
En su comunicado, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) indicó que la orden fue impartida por su Dirección Nacional a todas sus estructuras armadas, instruyéndolas a no ejecutar acciones ofensivas contra las Fuerzas Armadas del Estado, argumentando que se trata de un “mensaje de paz” en medio de las festividades.
El grupo armado ilegal justificó su decisión señalando una supuesta amenaza externa contra la soberanía regional, y reiteró que, según su versión, no es su política afectar a la población civil, atribuyendo las denuncias a lo que calificó como una “guerra comunicacional” promovida desde sectores oficiales y mediáticos.
Actualmente, el ELN mantiene presencia armada en departamentos como Chocó, Antioquia, Nariño, Cauca, Magdalena Medio y Norte de Santander, territorios donde se han registrado constantes afectaciones a comunidades rurales, líderes sociales y fuerza pública.
Violencia reciente y antecedentes
El anuncio se produce pese a un historial reciente de acciones violentas, entre ellas cerca de cien ataques armados en cinco departamentos, ocurridos durante un paro armado que dejó víctimas entre militares y policías.
Uno de los hechos más graves fue el ataque contra una base militar en Aguachica, donde perdieron la vida siete uniformados y 32 más resultaron heridos.
Además, el grupo insurgente ya había anunciado un cese al fuego similar hace un año; sin embargo, en enero posterior se registró una escalada de violencia en varias regiones del país.
Reacción de la Defensoría del Pueblo
La defensora nacional del Pueblo, Iris Marín, reaccionó al anuncio con cautela, señalando que el mensaje genera “alivio, pero también angustia”, debido a las consecuencias que han tenido las acciones del ELN sobre la población civil.
La funcionaria enfatizó que un verdadero gesto de coherencia sería la liberación incondicional de las personas secuestradas, y advirtió que las confrontaciones del ELN con otros grupos armados continúan generando riesgos humanitarios en distintas zonas del país.
Marín recordó que, tras el cese anunciado el año anterior, el ELN protagonizó episodios de violencia como los ocurridos en Catatumbo, donde se registró uno de los desplazamientos masivos más grandes de la historia reciente, sembrando temor entre miles de familias.


