Los familiares también mostraron su preocupación y sienten temor que la muerte de sus hijos queden impune.
Muchas son las opiniones en contra de la decisión del Juez Tercero del Circuito de Santa Marta de revocar la medida de aseguramiento en establecimiento carcelario contra Enrique Vives Caballero.
Sin duda alguna, la defensa de las familias de las seis víctimas fatales que dejó el accidente, cuestión tal medida y les preocupa que el juez en su argumentación para decretar detención domiciliaria, no tuviera en cuenta elementos probatorias trascendentales que se encuentran dentro del expediente del caso.
“Por el ejemplo, el señor juez indicó que dónde ocurrió la tragedia era un sector donde no podía preverse que pasara gente. Esta apreciación es incorrecta porque el accidente ocurrió en una zona residencial, donde además del puente elevado hay tres pases peatonales legales y autorizados para el tránsito de la gente”, manifestó Rodrigo Martínez al periodico El Tiempo.
Asimismo, afirmó el representante de las víctimas que este tramo de la troncal del Caribe, contrario a lo que indicó el juez, sí era una ruta habitual con un tráfico permanente y muy bien señalizada; donde no se establece que no se puede movilizar a más de 30 kilómetros.
El abogado Rodrigo Martínez cuestionó que el juez precisara que aunque había culpa de Enrique Vives, lo ocurrido no justificaba un dolo eventual.
“El señor Vives no respetó los límites de velocidad y además conducía en estado de alicoramiento; todo esto influyó en que no existiera manera de evitar la tragedia”
Familias claman justicia
Por otra parte, Jaír Romero padre de los jóvenes Eleonir y Maria Camila, indicó que la decisión adoptada en la audiencia le deja una sensación amarga.
“Veo las cosas muy mal, una injusticia muy grande”, expresó Jaír, quien insiste que el empresario se está beneficiando por su condición social y económica.
“Si mi hijo hubiese arrollado a seis vives, estaría en la cárcel. Esto demuestra una vez más que la justicia sólo cobija a los ricos”, puntualizó.
Por último, Romero, aseguró que su mayor temor es que la muerte de sus hijos y sus amigos en este accidente quede impune y haga parte de una estadística más.