Primeras vueltas, primera escapada, primer esprint. La excitación crece antes de que levante el telón el Tour de Francia 2019, el sábado en Bruselas, con el Ineos como equipo dominante y el colombiano Egan Bernal dispuesto a tomar el testigo del lesionado Chris Froome.
El primer maillot amarillo será entregado en Bruselas, la ciudad de Eddy Merckx, el campeón legendario homenajeado esta semana.
Sin duda ganará un esprinter (Groenewegen, Viviani, Ewan…), antes de que los pretendientes al triunfo final empiecen a marcar posiciones, el domingo en la contrarreloj por equipos.
DEMASIADO PRONTO PARA DECIRLO
¿Quién lucirá el maillot amarillo el 28 de julio tras 3.480 kilómetros con un recorrido marcado por la exigencia en la montaña? Al menos una docena de corredores aspiran a levantar los brazos en los Campos Elíseos y terminar con la hegemonía británica de los corredores del Sky, que han ganado seis de las siete últimas ediciones.
A finales de abril Ineos heredó la estructura del Sky. Cambia el nombre, pero también los líderes, porque Bernal, la gran promesa del ciclismo colombiano, fue ascendido y tendrá galones junto con el defensor del maillot, Geraint Thomas.
Con 22 años y seis meses, el joven escalador es la bandera del posible cambio generacional. Pero desde la Segunda Guerra Mundial ningún ciclista de su edad ha sido capaz de imponerse en el Tour.
¿Favorito? “Demasiado pronto para decirlo”, frena Bernal. Una parte de esta respuesta llegará el próximo jueves en La Planche des Belles Filles, la primera de las cinco llegadas en alto de este Tour, que tiene muchos kilómetros en altitud.
El recorrido será el más montañoso de la época reciente, confirmó a la AFP el director de carrera Thierry Gouvenou. Los 176 participantes, 33 de ellos debutantes, que se reunieron el jueves para una reunión previa a la carrera fueron informados del desnivel positivo total: 54.100 metros, una cifra más del 20% superior al total del año pasado.
Con siete puertos a superar por encima de los 2.000 metros (uno en los Pirineos, seis en Los Alpes), la 106ª edición del Tour privilegia las grandes ascensiones.
¿CONTROLARÁ LA CARRERA EL INEOS?
Aunque en los últimos años las grandes diferencias se marcaron contra el reloj, en las cumbres siempre ocurren cosas improbables; caídas, accidentes, escapadas y pájaras.
De los cuatro primeros del año pasado, solo el ganador estará en la salida. Froome, tercero y cuatro veces vencedor, tuvo que renunciar tras caerse a mediados de junio, así como el holandés Tom Dumoulin (2º) y el esloveno Primoz Roglic (4º).
“Este Tour será diferente, más abierto”, señaló Eusebio Unzue, director del equipo Movistar, que contará con dos líderes, Nairo Quintana y Mikel Landa, arropados por el campeón del mundo Alejandro Valverde.
“No sueñen, la carrera no va a cambiar, Ineos la continuará controlando”, añadió Marc Madiot, jefe del Groupama, que cuenta con el francés Thibaut Pinot para alcanzar el podio.
A fuerza de reconocimientos y concentraciones, casi todos los pretendientes al triunfo final han intentado limitar al máximo el terreno desconocido, tanto por las trampas como por el efecto de la altitud.
Más allá de la dupla del Ineos, el danés Jakob Fuglsang, uno de los hombres fuertes de esta temporada, encabeza la larga lista de candidatos. Le siguen Kruiswijk, Urán, Quintana, Adam Yates, Pinot, Bardet, Porte, Landa y Nibali, ganador del Tour en 2014, rompiendo la hegemonía británica desde 2012, que deberá recuperarse de la fatiga por haber corrido el Giro.