El docente español salió del albergue donde lo alojó el Distrito y ahora quedó a merced de Migración Colombia.
En mayo pasado, cuando la pandemia del Coronavirus empezaba a coger fuerza en Colombia y tocaba fondo en España, país de origen de Francisco José De la Hoz Rodríguez, su historia se convertía en tendencia en Santa Marta; todo, por pasar de “príncipe a mendigo”.
El brillo de su hoja de vida y su carrera como profesional se apagó, debido a un trastorno mental por el que terminó deambulando en las calles de la ciudad, donde fue visto por algunos de sus exalumnos en la Universidad del Magdalena, en la que dictó clases en 2018.
De inmediato, se emprendió una campaña solidaria para rescatar al ‘profe’ de 44 años que terminó con la intervención del Distrito a través de la Secretaría de Promoción Social, que gestionó su traslado hasta un albergue donde permaneció un tiempo y luego, fue conducido a un centro psiquiátrico, debido a su estado.
Tras cerca de cinco meses al cuidado y responsabilidad de la Alcaldía de Santa Marta, el abogado nacido en Madrid regresó a las calles y en redes sociales, algunos ciudadanos manifestaron verlo cerca al sector de la Terminal de Transportes, exactamente en urbanizaciones como la Concepción y El Parque.
Respecto al proceso con el Distrito, el jefe de la cartera de Promoción Social, Andrés Correa, manifestó a medios nacionales que infortunadamente, la atención pública ya terminó y su protección pasa a Migración Colombia.
Cabe recordar que, mientras la Alcaldía le brindaba cuidado, se tramitaba su repatriación, pero al parecer, del otro lado del mundo, no querían saber de él ni había razón de alguna persona que se hiciera responsable.
Correa también detalló que, el español se hospedó durante dos meses en el hogar para personas en condición de calle; allí contó con apoyo psicosocial, pero comenzó a mostrar conductas agresivas y por ello, se dio su traslado a clínica psiquiátrica.
El Distrito no se apartó y logró legalizar su permanencia temporal en el país, para continuar solventando su manutención y tratamiento médico; sin embargo, al no concretarse su retorno a España y finalizar el proceso de atención, De la Hoz camina sin rumbo fijo y en plena Navidad, por la capital del Magdalena.