Expertos dieron su punto de vista de cómo el adulto y la niña pudieron sobrevivir tanto tiempo en el agua, mientras que autoridades marítimas iniciaron las investigaciones.
Lo que comenzó como una historia de heroísmo tras el rescate en altamar de una niña estadounidense y su tío, los cuales habían desaparecido mientras disfrutaban de un paseo en una moto acuática en el balneario turístico de El Rodadero en la tarde del pasado lunes, se ha convertido ahora en tema de análisis ante las dudas y cuestionamientos por el buen estado de salud en el que aparecieron 13 horas después.
La ciudad vivió momentos de felicidad, luego de que en la mañana del martes, 13 horas después de la desaparición, la niña Mía Londoño de 9 años y su tío, César Rojas de 46, aparecieran sanos y salvos en una lancha de un pescador que heroicamente los halló mientras realizaba su faena diaria.
Los cuestionamientos
Y fue esa buena salud con la que aparecieron, la que hoy tiene a conocedores opinando y buscando respuestas ante la versión brindada por el tío, en la que señala que una vez cayeron de la moto acuática, la brisa los arrastró mar abierto, por lo que tuvieron que nadar por más de 13 horas hasta que fueron avistados por el pescador.
Esa versión es cuestionada por buzos consultados por Santa Marta Al Día, quienes indican que el desgaste físico y la hipotermia por lo frio del mar en horas de la noche, no se vieron reflejados en los cuerpos de la niña y el adulto.
¿Es posible estar 13 horas en el agua?
Ante esta pregunta, José Mancilla, buzo retirado, manifestó que si es posible, pero el desgaste por el cansancio físico, la deshidratación y la hipotermia, es algo que se hubiera visto reflejado en sus cuerpos, sobretodo, porque le rescate no fue hecho por profesionales, sino, por un pescador, el cual no les bridó los primeros auxilios.
A demás de estos cuestionamientos, las autoridades marítimas como la DIMAR, iniciaron una investigación, en la que incluyen la revisión de los protocolos de seguridad del servicio de alquiler y la posible tardanza en reportar la desaparición. Se indaga si el aviso a las autoridades se realizó oportunamente o si hubo una demora significativa que prolongó innecesariamente el tiempo que ambos permanecieron en el agua.
Mientras los cuestionamientos persisten, y las investigaciones se adelantan, hoy la familia de estas dos personas celebra que tanto la niña como el tío estén con vida, mientras agradecen a Dios y al pescador Jorge Núñez por el rescate.
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