No tiene agua potable, no existe un parque ni mucho menos una cancha deportiva.
Al pie del estadio de fútbol Sierra Nevada en Santa Marta, se levanta El Milagro, un barrio con muchas necesidades y con marcada ausencia institucional. Sus moradores aseguran que “si fuera por las promesas de los políticos vivirían en una ‘tacita de oro’.
Allí hay de todo, desde niños, mujeres embarazadas, cabezas de hogar y personas de la tercera edad que no tienen cómo comer. La mayoría de personas de este sector no tiene cómo abastecerse de alimentos debido a que se dedican al rebusque del “día a día”.
Entre ellos se cuentan recicladores, vendedores ambulantes y pescadores; con la llegada de la pandemia de la Covid-19 tuvieron que parar estas labores para evitar la propagación y contagio del virus. “No tenemos alimentos ni tapabocas para prevenir el contagio en la comunidad.
Por favor el llamado es a las autoridades competentes a que nos pongan la lupa que somos una población vulnerable que necesita de los mercados y utensilios”, manifestó una moradora del barrio.
Al llegar al barrio, el equipo de Santa Marta Al Día, pudo evidenciar el lamentable estado de las viviendas, construidas de madera, un plástico que realiza la función de un techo; ubicadas a escasos metros de la vía férrea que pone en peligro la vida de los moradores.
“Tenemos que salir con patineta a buscar el agua, con el peligro de que el tren ocasione una tragedia, hay momentos que venimos con el preciado líquido, no lo sentimos y es un peligro para los niños”, expresó Cecilia Gómez, habitante del sector.
Más de 20 años de afectación
“Esta es una población que viene del desplazamiento por las Fuerzas Armadas desde hace 20 años.
Acá estamos saturados, por la pandemia cerraron todo. No tenemos servicios públicos, con las uñas nosotros mismos hemos realizado algunos trabajos en el barrio”, manifestó Rocío Pérez Mercado, líder comunal.
Según la lideresa, la ausencia de actividades recreativas para los jóvenes y niños los induce a que empleen su tiempo en actividades que no traen ningún beneficio en sus vidas.