La mujer dice que el regreso de su hijo es la respuesta de Dios a sus oraciones.
La tristeza y la incertidumbre de no saber dónde estaba su hijo desde el pasado 13 de marzo, cuando el joven Breison Barrio Madrid decidió dejar su hogar tras una discusión, finalizó para Katia Madrid.
Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de esperanza, Katia nunca dejó de orar por el regreso de Breison. Su fe inquebrantable y su determinación conmovieron a toda la comunidad, mostrando el poder de la oración maternal y la fuerza del amor de una madre.
El milagro por el tanto había clamado, se materializó días antes del Día de las Madres, cuando Breison regresó sano y salvo a casa en el barrio la Paz de Santa Marta. Su retorno es un testimonio vivo de la protección divina y un recordatorio conmovedor del poder del amor maternal.
“Siempre estuve de la mano de Dios, con Jesucristo todo se puede y vencemos. Todo problema y circunstancia, a pesar de lo que sea, siempre hay que tener fe. Orarle a Dios rompió las barreras para encontrar a mi hijo. No tener a mi hijo era horrible, me preguntaba quién lo tiene y eran miles de preguntas que me hacía para recuperar a mi hijo”, sostuvo la madre de Breison.
Hay que decir que el retorno del joven es un testimonio vivo de la protección divina y un recordatorio conmovedor del poder del amor maternal.