En el departamento de Magdalena tan solo en el año 2019 se reportó el asesinato de por lo menos 20 mujeres por razón de su género.
El video que circula en redes sociales y que tiene conmocionado al país es apenas una macabra manera de informarnos de lo que viven en el departamento de Magdalena las mujeres por motivo de su condición de género.
María Alejandra Meriño Escalante una joven mujer de 27 años fue la persona asesinada por su pareja sentimental el pasado domingo siete de junio en el barrio San Jorge de la ciudad de Santa Marta.
El corto de unos 30 segundos muestra cómo la víctima es transportada en un taxi por su mismo verdugo, quien después de cometer el hecho le pide que no se muera. Las imágenes que se vuelven crudas y hasta indignantes presenta los matices que no dejan de azotar a las mujeres magdalenenses.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el feminicidio se refiere al asesinato de una mujer por el solo hecho de serlo, y es eso lo que sucedió en la capital de Magdalena, cuando Daniel Reales Gamero le propinó una puñalada a su pareja en medio de una discusión, perforando el pulmón y arrebatándole la vida en cuestión de minutos.
CIFRAS DESALENTADORAS
En la ciudad se espera que la muerte de María Alejandra no sea una cifra más de feminicidios ocurridos en el departamento, como lo han sido los más de 20 casos reportados en el 2019 y que no han despertado la voluntad de los gobernantes para impedir que la cifra continúe desgarrando la vida de decenas de familias.
Según el Observatorio de Feminicidios Colombia, entre los meses de enero y abril del presente año se reportaron 156 casos de feminicidios en todo el territorio nacional de los cuales dos ocurrieron en el departamento de Magdalena.
El primero de ellos, apenas comenzando el año y como uno de los primeros en reportarse en el país ocurrió en Pescaíto, donde un hombre de 60 años de edad atacó al interior de una vivienda a Julieth Patricia González Criado, un joven de 27 años de edad, colombo-venezolana y quien tenía dos hijos de siete y ocho años de edad.
El observatorio también reporta la muerte de Edith Acosta Miranda, una joven de 16 años de edad, quien fue encontrada sin vida en una zona de mangles en el corregimiento de Palermo, municipio de Sitionuevo, Magdalena. La menor fue asesinada con arma de fuego.
Este reporte no deja de estar alejado de la realidad, cuando en el departamento se han conocido de otros crímenes de mujeres por motivo de su condición.
¿Y LA POLÍTICA PÚBLICA?
Una de las estrategias utilizadas para prevenir la violencia contra la mujer es la creación de políticas públicas que garanticen el respeto y la dignidad de las mujeres.
A pesar de que Santa Marta cuenta con una política pública de género, la misma ha quedado en el papel y no se ha implementado en las áreas para las cuales se creó, entre las cuales se encuentra la dignidad y seguridad de la mujer.
Todas estas muertes presentadas en el país y que nos atañe en el departamento de Magdalena son realmente un emergencia humanitaria, donde los crímenes cargados de sevicia e incluso tortura han cobrado la vida de mujeres embarazadas, menores de edad, madres y hasta mujeres de la tercera edad.
En 27 de octubre de 2019 cuando Santa Marta se convirtió en una de las pocas capitales en elegir como gobernante a una mujer, las defensoras de los derechos de la mujer creyeron que por fin existiría una solución radical a los feminicidios en la ciudad.
Norma Constanza Vera Salazar, representante de la Red de Mujeres ha calificado como incoherente el poco liderazgo que ha tenido Virna Lizi Johnson Salcedo en la lucha y garantía de prevención del maltrato a la mujer, que debería ser una bandera de la mandataria al ser mujer y representante de las mismas.
El pasado 10 de marzo, Johnson anunció con gran ímpetu la creación de la secretaría de la Mujer, la cual velará y trabajará por la equidad de género, el empoderamiento de las mujeres que garantice condiciones para el desarrollo humano equitativo, sustentable y sostenible con énfasis en educación, salud, empleo y derechos humanos.
Entre otras cosas, esta secretaría trabajará para prevenir la violencia contra las mujeres y niñas samarias. Sin embargo, dos meses después del anuncio esta dependencia todavía se encuentra amparada en la secretaría de Cultura.
Para muchos de los defensores de derechos humanos, la muerte de María Alejandra Meriño Escalante se debe convertir en una razón para conmemorar su vida a través de la prevención de la violencia de género que Santa Marta y el Magdalena tanto necesita.