Los samarios recuerdan los campeonatos de futbol en la playa, las carreras de natación y la realización de conciertos.
Se dice que con el pasar de los años, toda cambia, que hace parte de la misma evolución del ser humano. Sin embargo, para los samarios la bahía de Santa Marta siempre será el corazón de la ciudad más antigua de Colombia.
Este emblemático lugar ha sido testigo de historias de amor, amistades verdaderas y hasta los primeros entrenamientos de grandes figuras del fútbol colombiano como el ‘Pibe’ Valderrama.
“La bahía era más natural, era más tradicional, era gente del pueblo, gente del barrio, no era que diera plata, ahora da más el turismo, pero la alegría que tenía la bahía se perdió, las costumbres, los pelados venían a correr, nadar en el mar y jugar fútbol todas las tardes”, dice José Fernández, capero desde hace 40 años.
Según cuenta Fernández, la bahía de aquella época era más segura, más tranquila, el turismo no era la actividad económica más importante como en la actualidad, sino por el contrario era la zona para pasar el rato con los amigos.
Pero aquel espacio amplio que era utilizado para armar la cancha de fútbol o el escenario para conciertos y eventos, se acabó cuando vino un mar de leva.
Hace menos de 10 años, la bahía tenía extensa playa que era cruzada por propios y turistas, un recorrido que iniciaba desde el parqueadero de la Sociedad Portuaria hasta la Marina Internacional de Santa Marta.
La bahía más linda de América como es llamada por samarios y vendedores ambulantes y prestadores turísticos que han trabajado por décadas en esa zona, ha cambiado a lo que era años atrás.
“La playa se ha recortado desde que hicieron la marina. La arena que estaba en el norte se pasó a este lado, toda la arena que vemos acá es porque el mar se la ha traído poco a poco, allá quedo sin arena, por eso tenemos menos playa”, dijo.
El antiguo camellón de la Bahía no siempre fue perfecto, según narró Fernández, el emblemático lugar también vivió duros momentos de inseguridad y oscuridad, que afectó la dinámica comercial y turística.
“La Bahía estaba vuelta nada, no era bonito, era inseguro y oscuro. En la parte norte no se podía pasar o estar, los habitantes de calle vendían drogas. La gente le daba miedo estar allí”, agregó Fernández.
Uno de las razones que explican los carperos a Santa Marta Al Día, fue la falta de control de la justicia y el abandono de los gobiernos en tránsito para proyectar a la ciudad en turismo.
“Era tan feo, que había parejas que hacían el amor sin pudor aquí, esto era invivible. Pero ya ha mejorado poco a poco, ya vemos una recuperación de un 70%, para lo que estaba esto”, explicó trabajadora del sector turismo.
Para los trabajadores turísticos, el mayor problema de Santa Marta es que los ciudadanos les falta más sentido de pertenencia por la ciudad, más unión de los gremios para trabajar conjuntamente en pro del mejoramiento del centro histórico.
Aunque la ciudad a mejorado notablemente en los últimos años, debido a la organización y también a la llamada privatización para algunos vendedores ambulantes.
Lo que si es cierto es que lo que fue la bahía ya no volverá hacerlo, quedó en los recuerdos de las antiguas generaciones.
Hoy el camellón de la Bahía de Santa Marta representa el principal punto de referencia para el turismo, su ubicación geográfica, el puerto y la marina son atractivos turísticos muy apetecidos por los visitantes.
Las expectativas por el nuevo camellón son muchas para los samarios, un escenario que busca proyectar más a Santa Marta como destino turístico en Colombia.
Apostando a convertirse en una de las ciudades con mayor demanda en llegada de turistas nacionales e internacionales.
Asimismo, reactivar la economía a través de la llegada de más cruceros desde el próximo mes de noviembre y el transporte de yates en las apetecidas playas de la ciudad.
Hasta el momento se desconoce la inauguración del camellón, pero se espera que sea este año para que todos puedas disfrutar de la nueva cara de Santa Marta para el mundo.