El fallo condenatorio en primera instancia contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez ha provocado reacciones más allá de las fronteras colombianas.
Desde Washington, funcionarios del Partido Republicano y el propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, expresaron su respaldo al exmandatario colombiano y cuestionaron la independencia del sistema judicial en Colombia.
El senador Marco Rubio, figura clave del oficialismo estadounidense, aseguró que el único “delito” de Uribe “ha sido luchar incansablemente y defender su patria”, y denunció una supuesta “instrumentalización del poder judicial colombiano por parte de jueces radicales”.
A estas declaraciones se sumó el exembajador Christopher Landau, quien calificó el fallo como un “abuso fiscal y judicial”. “Como amigo de Colombia, espero y confío en que los tribunales de apelación pongan fin a este abuso. La independencia judicial ha sido manchada por el fallo”, escribió en su cuenta oficial.
Las afirmaciones de Rubio y Landau fueron replicadas por la Embajada de EE. UU. en Colombia, y respaldadas por otros congresistas republicanos, quienes consideran que Uribe, actual líder de la oposición al gobierno de Gustavo Petro, estaría siendo objeto de persecución política mediante decisiones judiciales.
Respuesta del Gobierno colombiano
El presidente Gustavo Petro, desde Santa Marta, rechazó enérgicamente lo que calificó como una “intromisión” en los asuntos internos del país. “¿Por qué bajarle la cabeza a un congresista que va a insultar a nuestros jueces hoy? ¿Por qué la Corte Constitucional no se para y dice que este país es soberano y aquí se respetan los jueces?”, cuestionó el mandatario, al tiempo que instó a las altas cortes y al Congreso a pronunciarse públicamente.
Horas antes, Petro ya había enviado un mensaje directo a la administración Trump: “Le pido a Estados Unidos no entrometerse en la justicia de mi país”, dijo, a pesar de que en el pasado ha comentado sobre procesos judiciales en otras naciones.
