La mujer lleva más de 30 años preparando sopas para todos los samarios.
El caribe colombiano se caracteriza por su riqueza gastronómica y Santa Marta no es la excepción. Al oriente de la capital del Magdalena se encuentra un lugar excepcional donde los samarios acuden para degustar una de las mejores sopas del Distrito.
La protagonista de esta historia es Lourdes Osiris Cervera, de 58 años.
Las sopas de doña Lourdes, Como es conocida la samaria, iniciarían hace 37 años, cuando esta humilde mujer aprendió de las costumbres de su abuela.
Todo inició una mañana cuando a un costado de la línea férrea, a la altura del barrio El Pantano, sobre la vía alterna hacia el Puerto de Santa Marta, Lourdes con un machete ‘peló’ maleza que había en este lote baldío, seguidamente puso cuatro piedras para sostener una olla, buscó leña y comenzó algo que para ella se convertiría más allá de un hobbie.
Su menú principal fue la sopa de carne salada, acompañada de frijol rojo, mazorca, papa, plátano amarillo, auyama entre otro condimento que le daban un sabor único, tanto así que las llegaron a llamar las ‘levanta muerto’.
Toda vez que esas personas que los sábados se pegaban unos tragos, como se dice coloquialmente en la costa caribe, llegaban a su puesto para el día siguiente dejar atrás el dolor de cabeza causando por la resaca.
Con el tiempo su fama crecía y su negocio también de una manera desmedida, tanto así que con el pasar del tiempo pasó de hacer una olla de sopa a preparar hasta cuatro que en tan solo tres horas vendía.
Lo que inició como un ‘vamos a probar para ver qué pasa’ se convirtió en un negocio familiar, tanto así que hoy por hoy Lourdes tiene a más de la mitad trabajando en su negocio.
El proceso
La jornada inicia con la compra de las carnes y es que a Lourdes le gusta ofrecer un servicio triple ‘A’ cómo ella asegura, por tal motivo todas las mañanas se traslada hasta la Olímpica de la entrada del barrio Bastidas, donde realiza la compra de estas.
Seguidamente, una de sus empleadas se traslada hasta la plaza del mercado público de Santa Marta, donde se realiza la compra de las verduras.
Mientras todo esto sucede, el otro grupo de trabajadores se encarga de llevar hasta el lugar las sillas, los platos, las cucharas, las ollas, la leña, el polisombra que arropa a sus comensales del sol, las mesas y manteles que las adornan, entre otros elementos.
Una vez están todos los ingredientes comienza el proceso de preparación de estas deliciosas sopas, en el menú a diario se pueden encontrar sopas de carne salada con frijol, mondongo, pescado y costilla son el menú en este negocio.
Al rededor de las 10:30 de la mañana se puede evidenciar las largas filas de carros y motocicletas a un costado de la vía Alterna, para coger puesto y poder probar estos deliciosos platillos. Asimismo, los moradores de los barrios adyacentes con baldes, tanques, entre otros enseres llegan para llevarse desde 3000 mil pesos en adelante un poco de sopa.
“Se siente uno como en el patio de su casa. La atención es algo primordial en todos los negocios y es algo que caracteriza a esta mujer por esa sola razón son las mejores sopas de Santa Marta”, dijo un comensal.
Lourdes se ha convertido para las personas que la conocen y la visitan un ejemplo de humildad y perseverancia. “Apunta de sopa, he sacado a toda mi familia adelante y me siento orgullosa de eso, mis hijos, mis sobrinos, la mayoría de mis parientes trabajan conmigo y tenerlos cerca me alegra el corazón”, manifestó Lourdes.
Finalmente, Cervera extendió una invitación a todos los samarios para que visiten su negocio “un rincón en la vía Alterna lleno de tradición y sabor” como es denominado por todos los ciudadanos.