Cinco años después de haber dado a luz en una clínica durante la emergencia por COVID-19, Danna Manjarrez sigue sin una explicación clara sobre el paradero de su hijo.
El 1 de julio de 2020, en pleno pico de la pandemia por COVID-19, Danna Manjarrez ingresó a la Clínica El Prado, en Santa Marta, con su embarazo avanzado y graves complicaciones respiratorias. El personal médico decidió inducirle un coma para salvaguardar su vida.
Durante ese estado de inconsciencia, los médicos realizaron el parto. Al recuperar la conciencia, Manjarrez recibió la noticia de que su hijo, Luis Eduardo, había fallecido.
Sin embargo, nunca le mostraron el cuerpo del recién nacido, tampoco escuchó su llanto ni pudo despedirse, pues según la clínica, por protocolos de bioseguridad, el ataúd debía permanecer sellado y no fue posible permitir contacto alguno con el cuerpo.
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La exhumación generó más dudas
En 2021, la familia solicitó la exhumación del cuerpo, con el objetivo de cerrar un duelo que permanecía inconcluso, el procedimiento reveló que el féretro no contenía restos humanos.
A partir de entonces, la madre inició un proceso de búsqueda de información ante distintas entidades del Estado, a pesar de los intentos, hasta la fecha no ha recibido una explicación oficial por parte de la clínica ni de las autoridades competentes.
En sus declaraciones, Danna asegura que no se trata de acusaciones, sino de un derecho a la verdad, pues según lo manifestado por ella no quiere vivir con dudas, dado que nunca le dieron pruebas de la muerte del infante.
