Desde 1964 hasta el día de hoy el país se ha estremecido con noticias de mujeres, adolescentes, niños y niñas que fueron abusados sexualmente, torturados y asesinados por denominados monstruos de carne y hueso; hechos que han causado dolor, llanto, rabia, impotencia y repudio por parte de los familiares de las víctimas y la sociedad en general.
La reciente captura de Tomás Maldonado Cera, alias el Satánico, investigado por el homicidio de Brenda Pájaro Bruno, ha vuelto revivir ese rechazo social. En medio de las pesquisas de la Fiscalía, ‘el Satánico’ sería un asesino serial sobre quien pesarían, hasta ahora, nueve casos de muertes ocurridas entre 2001 y 2012 en la capital del Atlántico. Seis fueron documentados con antelación por el ente investigador, otro sería el de Brenda y dos más han surgido luego de la detención del hombre y su aparición en medios.
Estos son los casos más sonados en el país y que traspasaron las fronteras, generando igualmente el rechazo y condena por parte de la comunidad internacional.
El ‘Monstruo de Fundación’
El caso más reciente se registró el pasado 28 de septiembre en el municipio de Fundación, Magdalena, donde Adolfo Arrieta García, un conductor de 55 años, asesinó y posteriormente intentó incinerar en el patio de su casa, el cuerpo de la niña Génesis Rúa Vizcaíno, de solo nueve años, luego de haber abusado sexualmente de la menor, según los estudios de ADN que realizó al cuerpo de la menor el Instituto de Medicina Legal.
El ‘Monstruo de Fundación’, como es conocido Arrieta García, confesó a la Policía que asfixió a la niña y después la prendió con gasolina en el patio de su casa.
La ‘Bestia del Matadero’
El caso de la estudiante del SENA, Gabriela Andrea Romero Cabarcas, de 18 años, quien fue abusada sexualmente y luego asesinada por el exagente de la Policía, Lebith Rúa Rodríguez, conmocionó al Atlántico.
El cuerpo de la estudiante, que se encontraba en estado de descomposición, fue hallado el 15 de diciembre de 2017 en un sector enmontado del municipio de Malambo, Atlántico.
La joven había sido reportada como desaparecida por sus familiares el 24 de noviembre del mismo año, luego de haber salido de su casa ubicada en el barrio Vista Hermosa, en el municipio de Soledad.
Actualmente la ‘Bestia del Matadero’, como es conocido Lebith Rúa, está recluido en la cárcel de mediana y máxima seguridad de Valledupar.
La entonces directora Seccional de Fiscalías, Ángela Bedoya Vargas, informó que Rúa Rodríguez habría abusado de, al menos, 10 mujeres, por lo que es considerado un violador en serie.
Rafael Uribe Noguera
El 4 de diciembre de 2016 fue reportada la desaparición de la niña Yuliana Samboní, de 7 años, en el barrio Bosque Calderón de la localidad de Chapinero, en Bogotá.
En videos de cámaras de seguridad quedó grabado el momento en que el arquitecto Rafael Uribe Noguera raptó en una camioneta a la pequeña Yuliana, y luego se la llevó al Edificio Equus 66, en donde la accedió carnalmente y posteriormente la asesinó.
Tras ser hallado culpable de los delitos de secuestro simple, acceso carnal violento agravado y feminicidio agravado, Uribe Noguera fue condenado a 51 años y 9 meses de prisión por una jueza de Bogotá, pero el Tribunal Superior de Bogotá aumentó la pena a 58 años de prisión, la cual cumple actualmente en la cárcel la ‘Tramacúa’, de Valledupar.
El ‘Lobo Feroz’
Juan Carlos Sánchez Latorre, alias el ‘Lobo Feroz’, según la Fiscalía, es uno de los mayores depredadores sexuales de menores de edad del mundo. El ente investigador informó que Sánchez Latorre realizaba videos de contenido sexual con niños y adolescentes, y los compartía posteriormente en internet.
La Fiscalía lo señala de haber cometidos por lo menos 267 casos de abusos sexuales, todos con menores de edad. El ‘Lobo Feroz’ frecuentaba las salas de juegos de los centros comerciales en el norte de Barranquilla, abordaba a los menores de edad.
Sánchez fue capturado el 29 de noviembre de 2017 en Maracaibo, Venezuela, y fue extraditado a Colombia en junio pasado. Un juez le dictó medida de aseguramiento y lo envió a la cárcel La Tramacúa, de Valledupar.
Este miércoles se conoció que fue sentenciado a 60 años de prisión por los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado en concurso homogéneo y sucesivo, a su vez en concurso heterogéneo con actos sexuales con menor de 14 años agravado en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con pornografía con menor de 18 años.
El ‘Monstruo de La Sierrita’
A Bayron Palacio Fernández, el confeso violador llamado el ‘Monstruo de La Sierrita’, las autoridades lo señalan de ser un violador en serie que fue reconocido por sus víctimas. Los delitos sexuales por los que fue condenado ocurrieron entre diciembre del 2007 y agosto de 2008 contra menores de los barrios El Bosque, Las Malvinas y La Sierrita.
Según la Fiscalía, Palacio seleccionaba a niños de bajos recursos a quienes ofrecía dinero para luego engañarlos y, luego abusar de ellos.
El ‘Monstruo de La Sierrita’ fue sentenciado el 4 de octubre de 1995, el 20 de febrero de 1998, el 27 de septiembre de 2002, el 30 de octubre de 2009 y el 20 de agosto de 2010, condenas que suman 58 años de prisión por abuso sexual contra menores de edad
El ‘Monstruo de Monserrate’
En mayo de 2017 el Juez Segundo Penal del Circuito de Bogotá condenó a 36 años de prisión a Fredy Armando Valencia, conocido como el ‘Monstruo de Monserrate’, señalado de los homicidios de ocho mujeres en los cerros de la capital, entre 2012 y 2014.
Seis de las víctimas fueron identificadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal, mientras que de las otras no fue posible su identificación debido a la descomposición que presentaban. Se estableció que sus muertes fueron por estrangulamiento.
Según las pesquisas, Valencia abordaba a sus víctimas en la antigua calle de ‘El Bronx’, en el centro de Bogotá, en donde les ofrecía ropa nueva, joyas o estupefacientes a cambio de pasar una noche con él, y cuando ellas se negaban a sus pretensiones, las agredía y asfixiaba.
También se encuentra recluido en la cárcel La Tramacúa, de Valledupar.
Javier Velasco Valenzuela
Una de las muertes más tortuosas fue la que sufrió Rosa Elvira Celis a manos del señalado violador Javier Velasco Valenzuela, ocurrida el 24 de mayo de 2012 en el Parque Nacional de Bogotá.
La mujer fue hallada tendida sobre un charco de sangre, con las extremidades inferiores desnudas y laceraciones en los brazos y en torno al cuello que sugerían un intento de estrangulamiento. En la cabeza tenía un golpe y además padecía graves heridas en las zonas íntimas, por las que sangraba.
Rosa Elvira sufrió un paro cardiaco, perdió la conciencia y al ser intervenida en el quirófano le encontraron la pelvis y el útero rotos como consecuencia de un palo que le habían introducido por el ano: Velasco la había empalado.
Cinco días después de la salvaje agresión, Rosa Elvira Celis falleció. Tres años después de su muerte, el presidente de la época sancionó la Ley 1761 del 6 de julio de 2015 o Ley Rosa Elvira Celis, la cual creó el tipo penal de feminicidio como delito autónomo.
Por ese atroz hecho, un Juez de la República condenó a Javier Velasco Valenzuela a la pena de 48 años de prisión.
El ‘Monstruo de la Soga’
Luis Gregorio Ramírez Maestre, señalado de ser uno de los mayores asesinos seriales del mundo, confesó haber torturado y matado brutalmente a cerca de 60 personas en un lapso de 5 años, entre 2007 y 2012. Los homicidios los cometió en Cesar, Santander, La Guajira, Norte de Santander y Magdalena
El ‘Monstruo de la Soga’, como era conocido, solo elegía hombres entre los 19 y 30 años, que no midiera más de 1.70 metros ni pesaran más de 60 kilos para poder someterlos con facilidad, todos eran mototaxistas.
Tras hacerles perder el conocimiento mediante asfixia, les ataba una soga alrededor del cuello que iba hasta los tobillos, lo cual obligaba a que las piernas de sus víctimas quedaran elevadas en un ángulo de 45 grados.
Con el paso de las horas las víctimas ya no podían resistir, dejaban caer las piernas y morían lentamente por asfixia. Ramírez Maestre fue condenado a 34 años y seis meses de prisión el 9 de agosto de 2013, pena que cumple en la cárcel de Valledupar.
‘La Bestia’
Luis Alfredo Garavito Cubillos o la ‘Bestia‘, como es conocido, fue capturado en 1999 en zona rural de Villavicencio y hallado culpable de haber violado y asesinado a por lo menos 172 menores de edad entre 1991 y 1998.
Para llegar a sus víctimas, Garavito se disfrazaba de monje, cura, discapacitado o indigente, o se inventaba fundaciones de ancianos o de menores para hacer charlas en escuelas, donde podía tener acceso a los niños. Sus víctimas están entre los 6 y 16 años.
‘La Bestia’ fue condenada a 40 años de prisión, sentencia que cumple en la cárcel de Valledupar, pero podría quedar en libertad en 2023 tras cumplir las tres quintas partes de la pena y por colaboración con la justicia, buen comportamiento, sentencia anticipada, confesión, estudios y trabajo.
Garavito cometió los delitos sexuales en 11 departamentos del país y también en Ecuador.
El ‘Monstruo de los cañaduzales’
Manuel Octavio Bermúdez tenía una venta ambulante de helados en el Valle del Cauca, fachada que utilizaba para acercarse a los niños, para abusar de ellos y luego asesinarlos.
Tras su captura confesó que asesinó a 23 niños desde 1999 hasta 2003, en edades comprendidas entre los 9 y 13 años, cuyos cuerpos dejaba tirados en campos sembrados de cañas de azúcar, por lo que fue llamado el ‘Monstruo de los cañaduzales’
Bermúdez fue condenado inicialmente a 56 años de prisión, pero la pena le fue reducida a 26 años por acogerse a sentencia anticipada y por mostrar buen comportamiento y colaboración con la justicia.
Se encuentra recluido en la cárcel la Tramacúa, de Valledupar.
El ‘Monstruo de Los Andes’
Tras su captura en 1980, Pedro Alonso López, el ‘Monstruo de Los Andes’, confesó los asesinatos de más de 300 niñas y jóvenes en Colombia, Ecuador y Perú.
En su confesión a los investigadores reconoció que había asesinado a por lo menos 110 jóvenes en Ecuador, 100 en Colombia, y “muchas más de 100” en Perú. Sus víctimas eran niñas entre los 8 y 13 años, pobres y casi siempre de raza indígena.
Aunque fue condenado a 30 años de cárcel, Pedro Alonso López logró una amplia rebaja de penas y en 1993, después de pagar una condena de 13 años, el ‘Monstruo de Los Andes’ salió bajo libertad provisional. Desde entonces las autoridades le perdieron el rastro.
El ‘Sádico del Charquito’
Daniel Camargo Barbosa, el Sádico del Charquito’, confesó los homicidios y violaciones de al menos 71 mujeres, entre ellas menores de edad, cuyos cuerpos fueron hallados desnudos y desmembrados. 17 de sus víctimas fueron en Barranquilla.
Las violaciones y homicidios que cometió el ‘Sádico del Charquito’ se registraron entre 1964 y 1986 en Colombia y Ecuador, año en que fue capturado por las autoridades de ese país y enviado al Penal García Moreno.
Sin embargo, ‘el Sádico del Charquito’ no duraría mucho tiempo encarcelado ya que el 13 de noviembre de 1994 fue asesinado por el también recluso Luis Masache Narváez, familiar de una de sus víctimas.
En noviembre de 1984 había logrado fugarse de la cárcel en la isla de Gorgona, donde solo cumplió 10 años de una condena de 25 que le había impuesto un juez.
Los asesinos en serie
Para el sicólogo e investigador de la universidad Simón Bolívar, Jorge Bolívar Berdugo, los asesinos en serie y los feminicidas no provienen de la selva, no hay escuelas para su formación, por el contrario, salen de la misma sociedad en la que vivimos; son miembros de una familia, caminan en las mismas calles, visitan los mismos parques, compran en los mismos centros comerciales y en apariencia son ciudadanos que votan, eligen y se quejan de la situación económica del país.
Según el experto, el problema es por dentro, en el cerebro. Los criminales en serie son sicópatas o sociópatas, términos que han sido renombrados por psicólogos como trastorno de personalidad antisocial, no tienen capacidad de regenerarse. Pueden llegar a sentir miedo, pero no miden el peligro, por ello les es indiferente la pena que les impongan a manera ejemplar.
“Las estadísticas señalan que el asesino serial, como también se llama, tiene como común denominador que cuando han sufrido algún tipo de violencia, maltrato o abuso sexual de niño, generalmente viola a sus víctimas antes de matarlas”, dice Bolívar.
Los asesinos en serie, asevera el sicólogo e investigador, frecuentemente tienen impulsos “extremadamente sádicos”, anulan la capacidad de sentir empatía por el sufrimiento de otros, de esta manera son frecuentemente llamados psicópatas o sociópatas. Algunos asesinos en serie hacen uso de la lujuria y la tortura para obtener placer sexual por mutilación de la víctima y también de matarla lentamente por un prolongado lapso de tiempo.
La mayoría de los asesinos en serie tienen antecedentes enfermizos. Se sabe que, frecuentemente, fueron víctimas de abusos durante su infancia, ya sea física, sexual o psicológicamente, toda vez que existe una correlación entre los abusos de su infancia y los crímenes que cometen.