A través de redes sociales el alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, se pronunció sobre la decisión que revocó su medida de aseguramiento domiciliaria y que le devuelve su puesto en la Alcaldía.
Dijo que es justicia divina y esto fue lo que le dio la razón, para salir airoso de lo que llama “persecución política”.
“Lo dijimos 1000 veces, es una persecución, es una injusticia, nos quieren sacar de la Alcaldía para disponer del presupuesto y la burocracia. ¡Dicho y hecho! Dios es justo y hoy juez de segunda instancia nos da la razón. Terminó esta infamia, seguiremos con la frente en alto hacia delante por el bien de la ciudad. Detención sin piso jurídico y además de injusta, fue una jugada política para desarmar el Gobierno legítimo de Santa Marta y apropiarse de la burocracia y el presupuesto; Rugeles en 4 meses cambio 23 directivos y a cientos de contratistas. Más prueba que eso no hay”, precisó.
Añadió que se retomará el rumbo de la ciudad luego de la decisión: “Por detención, la ciudad perdió 4 meses de gestión del PDD, no avanzamos en materia de agua, recuperación del Centro Histórico y otros proyectos importantes; pero a demás retrocedimos meses en temas sensibles como seguridad, espacio público, confianza institucional y autoridad”.