Según el DANE, el 32% de los hogares en Colombia están comiendo tan solo una o dos comidas al día.
La capital de Magdalena es una de las ciudades del país con mayores índices de pobreza extrema y monetaria, cifras que se resumen en una sola palabra: hambre. Por esto desde la Diócesis de Santa Marta se hace un llamado a “sumarnos para disminuir el flagelo del hambre en Colombia”.
Miles de hogares colombianos continúan con trapos rojos en sus puertas y ventanas, como signo de la urgencia que tienen de acceder a alimentos.
“Desde el Banco Diocesano de Alimentos de Santa Marta, hemos entregado este año 936.000 kilos de alimentos beneficiando a 34.354 personas en condiciones de vulnerabilidad, por eso invitamos a las personas y empresas colombianas a que apoyen la labor de los Bancos de Alimentos de Colombia para que bajemos juntos las banderas del hambre. Ingresando a: https://ayuda.abaco.org.co/bancosantamarta/ pueden donar dinero con el que se comprarán alimentos no perecederos que ayudarán a mejorar las condiciones nutricionales de las personas más vulnerables del país”, agregó el Padre Harold Tejada Córdoba, director del Banco Diocesano de Alimentos de Santa Marta.
Pues, los efectos del COVID-19 traspasaron los límites sanitarios. Esto no solo se refleja en la inmediatez del número de víctimas y contagiados, sino en los desafíos que presenta a nivel social y económico. Tal es el caso de la situación alimentaria de las familias vulnerables, que además de las dificultades de acceso a servicios médicos, para enfrentar también un aumento de pobreza e inseguridad alimentaria.
De acuerdo con el último informe del DANE, para agosto de 2020, Colombia presentó una tasa de desempleo del 16,8%, lo que representa un incremento de 6 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año pasado, acelerado de manera significativa el número de afectados por hambre. Antes de la cuarentena, el 88,9% de las familias podían consumir tres comidas al día. Ahora, sólo el 68,1% de los hogares colombianos disfrutan las tres comidas, el 29,2 % comen dos veces al día y el 2,6% una vez al día.
Frente a esta realidad, la Red de Bancos de Alimentos de Colombia -ABACO-, ha redoblado esfuerzos en la recuperación de los excedentes alimentarios de comercios, empresas, industrias e incluso de hogares, para distribuirlos a las comunidades que no disponen de acceso a una comida diaria, nutritiva, y saludable.
Pese al esfuerzo, queda todavía mucho por hacer: según datos del Programa Mundial de Alimentos, en octubre de este año en Colombia 10.9 millones de personas tienen un consumo insuficiente de alimentos; por ello los 22 Bancos de Alimentos a lo largo del país hemos doblado nuestra actividad durante la crisis sanitaria provocada por la pandemia. Hemos logrado activar a más de 1.600 donantes, recolectando este año 45 millones de kilos de alimentos los cuales han sido entregados a poblaciones vulnerables beneficiando a 1.802.037 personas en 158 municipios de todo el país” apunta Juan Carlos Buitrago director de la red de Bancos de Alimentos de Colombia.
El 54,2% de la población en Colombia vive inseguridad alimentaria. La otra mitad puede ayudar a cambiar esta realidad, y para ello, hoy más que nunca, es crucial la conjunción de voluntades. La meta de una Colombia y un futuro sin hambre es alcanzable con el aporte de todos los sectores de la sociedad.