La Fundación ProAves confirmó el hallazgo e informó que se encuentra realizando todas las investigaciones pertinentes.
Un emocionante descubrimiento fue dado a conocer por la Fundación ProAves. Informó que el primero de febrero de 2024, Nemesio Andrés Gulfo, miembro del equipo, descubrió una enorme Grallaria (un ave parecida a una perdiz con patas largas y que parece no tener cola) que se estaba alimentando en el suelo cerca del restaurante de la Reserva ProAves El Dorado.
Ante le hallazgo, otros investigadores de la fundación acudieron a la Reserva ProAves El Dorado y trabajaron con Nemesio para identificar la especie.
“Al comienzo parecía ser similar a la Grallaria Ondulada (Grallaria squamigera), una especie que se encuentra en las principales cordilleras de Colombia. Sin embargo, después de una semana de observaciones intensivas, grabación de sus cantos y tras la captura, medición y liberación de un ave adulta, el equipo de investigación de ProAves pudo confirmar que el descubrimiento de Nemesio representa una nueva especie de Grallaria única y distintiva para la ciencia”, indicó ProAves.
Agregó que “de hecho, la especie puede estar estrechamente relacionada con la Gran Antpitta (Grallaria excelsa), geográficamente más cercana, endémica de las montañas de Mérida en Venezuela, que también es especialista en bosques subtropicales, pero a más de 400 km de distancia”.
Sobre los detalles físicos de la nueva especie, señaló que tiene una cabeza gris distintiva contrastando con un dorso y alas oliváceas. Pero sus características faciales son particularmente fuertes con una “barba” blanca distintiva y un amplio collar negro.
Así mismo, informó que las vocalizaciones son sorprendentes ya que son muy similares a otras especies de la Reserva, lo que significa que esta tímida especie ha sido casi completamente ignorada por los innumerables observadores de aves y ornitólogos que han visitado la Reserva ProAves El Dorado desde 2005.
“Mientras se documentan más evidencias, tales como sus rasgos ecológicos distintivos, medidas y vocalizaciones, los investigadores se refieren tentativamente a la nueva especie como “Tororoi del Dorado” (El Dorado Antpitta en inglés). El equipo de investigación de ProAves en conjunto con la Universidad de Antioquia, adelantan análisis filogenéticos de ADN mitocondrial”, manifestó la Fundación.
Señala que, aproximadamente, 10,000 ornitólogos y observadores de aves han visitado la Reserva ProAves El Dorado y sus alrededores en las últimas dos décadas y nunca vieron ni escucharon a la especie. En 2015, Sophie Osborn y Chad Olson avistaron un ave durante cinco minutos, a la que consideraron como Undulated Antpitta (Grallaria squamigera) y nunca más se le volvió a ver.
“Aún más sorprendente, es que la nueva especie se encuentra en la antigua propiedad llamada Vista Nieves de uno de los coleccionistas de aves más famosos de Sudamérica, Melbourne Carriker. Él y su familia vivieron a principios del siglo XX y colectaron miles de aves, pero curiosamente nunca esta especie. Además de estar restringida a las montañas de Santa Marta, esta especie parece ser extremadamente rara”, detalló.
La Fundación, aseveró que actualmente es muy raro encontrar una nueva especie de ave. En 2023, solo se describieron tres nuevas especies a nivel mundial. Colombia es el país número uno del mundo en aves con 1.979 especies registradas y, sin embargo, todavía se pueden encontrar nuevas especies: la última ave descrita en el país fue el Chami Antpitta en 2020.
Gracias a la Fundación ProAves, este nuevo y emocionante descubrimiento resalta aún más la importancia global de la Reserva El Dorado con 1.300 hectáreas para la conservación de la biodiversidad. Esta Reserva protege más de 20 especies de aves endémicas y cientos de anfibios, orquídeas, reptiles y muchas más especies restringidas a los bosques subtropicales y montanos de esta zona de conservación y la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Trágicamente, la deforestación se está acelerando en los bosques subtropicales más fríos alrededor de la Reserva ProAves El Dorado y la Sierra Nevada, debido a un auge inmobiliario para escapar de la llanura costera cada vez más cálida y seca por el cambio climático”, recalca.
Agregó “esto está empujando más construcciones de viviendas a las montañas, donde los precios de la tierra se han disparado y, como consecuencia, los bosques subtropicales desprotegidos de la región se están vendiendo y talando (a menudo sin autorización) para dar paso a casas de vacaciones y nuevas fincas”.
Finalmente la Fundación, resaltó que el notable descubrimiento de El Dorado Antpitta debería ser un momento de triunfo para Colombia, sin embargo, es preocupante ya que la especie está muy amenazada y su población parece ser demasiado pequeña, que tememos por su supervivencia futura.