La progenitora dejó dentro del vehículo al menor, de tan solo un año, mientras disfrutaba de un concierto en el condado chino de Shan. La temperatura alcanzó los 32 grados centígrados y por poco muere sofocado.
Hasta el sitio llegaron las autoridades después de ser alertadas por varios transeúntes. Según informó Daily Mail, medio de ese país, ayudada por policías, una niña de 6 años se metió por la ventana del techo (que estaba abierta en ese momento) y sacó al pequeño.
El mismo medio relató que el bebé estaba deshidratado y su ropa terminó empapada en sudor. El uniformado agregó que el pequeño lloraba de manera desesperada y “sus labios se pusieron morados”.
El rotativo inglés señaló que, al final, al menor le dieron agua y lo distrajeron con algunos juguetes.