La comunidad denuncia presuntos sobrecostos en los mercados destinados a las familias pobres del municipio.
Carlos Sierra Sánchez, alcalde de Fundación Magdalena, nuevamente es cuestionado por la comunidad del municipio, esta vez por cuenta de la contratación hecha en el marco de la emergencia declarada en el país por el coronavirus.
Además de no pronunciarse sobre la situación de desacato de algunos fundanenses, ahora le exigen al burgomaestre explicar la cantidad contratada para proveer a lo más necesitado de la población en esta cuarentena.
Todo indica que la administración de Sierra firmó un contrato con el local comercial Autoservicio Superlay, donde bajo la modalidad de contratación directa se pactó un desembolso por $113 millones de pesos para auxiliar a 1.198 familias.
Aquel acto altruista y solidario no convenció a los beneficiados que de inmediato empezaron a sacar las cuentas y las ayudas no superaban los $63 mil pesos. 10 libras de arroz, 8 de pastas, 5 de lentejas, 1 litro de aceite, 5 panelas, 5 libras de harina, 1 de café y 2 latas de sardina, serían los suplementos alimenticios que incluiría la mesada.
“Señor Alcalde, nosotros tenemos hambre y usted sabe que vivimos del rebusque. Estamos atados, no podemos salir a ganarnos el sustento. Por favor no nos engañe”, indicó un beneficiario al percibir que no le estaban cumpliendo con la calidad de lo prometido.
De acuerdo con el valor contractual y el número de beneficiados, por cada mercado se tendría que haber invertido un monto cercano a los $95 mil pesos, que escasamente duraría 8 días para una familia convencional compuesta por padre, madre y 2 hijos, esto apelando al máximo ahorro de los víveres.
Por esto, la comunidad pide que el hecho sea esclarecido por el mismo Sierra Sánchez porque a las cuentas les hacen falta $32 mil pesos, y lo que preocupa más a estos magdalenenses es que la pandemia amenaza con continuar.