El hecho ocurrió el 8 diciembre de 2002.
La Fiscalía General de la Nación obtuvo condena contra Hermes de Jesús Nevado Cantillo, un exintegrante del bloque norte de las extintas autodefensas, por el homicidio del mamo del cabildo Kankuamo, Abel Francisco Alvarado Maestre; y otros tres integrantes de esa comunidad.
De acuerdo con el ente acusador, el en hecho ocurrió el 8 diciembre de 2002, en el corregimiento de Atánquez, en Valledupar, Cesar.
Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos demostró que este hombre hizo parte de la estructura armada que ingresó violentamente al territorio indígena.
En su recorrido criminal, este grupo retuvo al líder espiritual y asesinó a un labriego, identificado como Alfredo Antonio Borrego. Posteriormente, le causó la muerte a una persona que estaba en el mercado, de nombre José Manuel Cáceres Rodríguez; y a un agricultor, Franklin Manuel Arias Arias.
Horas después, en una zona boscosa de la vía que conduce de Atánquez a Valledupar, fue encontrado el cuerpo del mamo Kankuamo con varios disparos de fusil realizados a corta distancia.
Ante la contundencia de los argumentos de la Fiscalía, Nevado Cantillo aceptó su participación en la incursión y los asesinatos, y se sometió a sentencia anticipada.
En ese sentido, un juez penal especializado de Valledupar, Cesar, lo condenó a 26 años y siete meses de prisión por el delito de homicidio en persona protegida.
El sentenciado deberá cumplir la pena en centro carcelario y pagar una multa de 4.120 salarios mínimos mensuales legales vigentes. Actualmente, está privado de la libertad por otros crímenes cometidos mientras hizo parte de los grupos de autodefensas.