A pesar que todavía padece la enfermedad, ella se siente victoriosa por eso cuenta su testimonio.
Ayarith González Camargo con valentía y fe cuenta su experiencia con el fatídico cáncer de mama, el cual tocó a su puerta cambiándole su vida y la de su familia.
Esta sobreviviente todavía se encuentra batallando con la enfermedad, pero ya lo peor ha pasado, ahora solo le resta unos cuantos tratamientos para librarse de este mal que casi termina con su existencia.
“Hace un año y 4 meses que me diagnosticaron con un tumor de 12 centímetros y era cáncer de mamá”. Asimismo, González Camargo afirmó que no la tuvo nada fácil, ya que la EPS no le brindaba la ayuda necesaria para su tratamiento.
“Esto fue durante la pandemia y debido a esto no había cita con los médicos, lo cual hizo que se me complicara la enfermedad con dolores en la espalda y fuertes dolores de cabeza”, expresó.
Además explicó que luego de ser atendida el especialista le dijo que se debía realizar una biopsia, pero no tenía dinero para ese examen y fue donde comenzó su calvario.
“El problema no es que te detecten el cáncer de mama, el problema es que muchas entidades de salud no le prestan atención a las mujeres que llegan con algún síntoma y no existe los especialistas necesarios para atenderte en la ciudad”, indicó Ayarith.
Durante este proceso espero 15 días mientras recolectaba el dinero, ya que la biopsia cuesta 1 millón 200 mil pesos y como mujer de escasos recursos no tenía el dinero.
Sin embargo, como “cosas de Dios” Ayarith le contó a su mejor amiga de la infancia por lo que estaba pasando y ella le recomendó a una médica de la ciudad y la ayudó en todo este proceso.
“Si fuera por la EPS yo creo que no estuviera contando está historia, todo se hizo gracias al buen corazón de las personas que aportaron su granito de arena y no me dejaron morir”, afirmó.
A pesar de todo este calvario ella le da gracias a Dios por ser una sobreviviente y se aferra a la esperanza y fe para seguir luchando hasta el final y quedar libre de esta enfermedad.
Finalmente, le hace una invitación a las mujeres samarias a que no ignoren las recomendaciones de los médicos y que se realicen periódicamente el examen.
“Mi consejo es que se alimenten bien, no vivan con odio o resentimiento en su corazón y no se estresen, vivan la vida con cuidado, pero sean muy felices”, señaló.