Los habitantes del municipio han solicitado a la alcaldía una intervención urgente a las redes de aguas residuales.
Cansados, así se encuentra la comunidad del barrio Ángela María, del municipio de Pivijay, Magdalena, quienes desde hace más de seis meses vienen padeciendo una crisis sanitaria por el rebosamiento de aguar residuales a lo largo y ancho del sector.
El taponamiento de las tuberías del alcantarillado de la zona, conlleva a que estas evacuen por las letrinas ubicadas a las afuera de las viviendas, causando derramamiento y estancamiento de las aguas residuales.
Esta problemática ha traído consigo graves complicaciones de salud en los moradores, quienes han presentado alergias y pérdida de olfato por el constante olor putrefacto que emanan los desagües.
“Tenemos niños enfermos, incluso algunos han sido hospitalizados con problemas respiratorios. En mi caso, perdí el olfato y todo lo que comía, me sabía al olor que botan las alcantarillas”, expuso la denunciante.
De acuerdo con los habitantes de Ángela María, al lugar han arribado en repetidas ocasiones funcionarios de la Alcaldía Municipal de Pivijay, quienes no hacen más que tomar fotografías e irse sin brindar solución a la problemática.
Asimismo, expusieron que, el alcalde Roberto Pérez, ha hecho caso omiso a los llamados de la comunidad, argumentando que, el barrio no se encuentra legalizado y por ende, no ha sido entregado ante el municipio.
Finalmente, la comunidad optó por vivir encerrados en sus viviendas, sin poder salir a las calles, con el objetivo de no percibir los olores y evitar una enfermedad.