Este miércoles se inscribirá el Comité Promotor que aspira a recoger 5 millones de firmas para presentarlo en el Congreso.
El referendo es uno de los mecanismos de participación con el que los ciudadanos pueden reformar la Constitución. Desde que fue expedida la Carta Política del 91 ninguno de los que se han promovido han tenido éxito, en buena parte por las exigencias para que se conviertan en mandato constitucional.
Solo uno ha llegado a las urnas, el que impulsó Álvaro Uribe en el 2003, pero no superó el umbral de votos. Se han propuesto otros como el del derecho fundamental al agua, el de la segunda reelección presidencial, el de la cadena perpetua para violadores de niños, y recientemente el que restringía la adopción solo a parejas heterosexuales. Ninguno alcanzó a consultar la opinión de los ciudadanos.
Ahora un nuevo referendo comienza a pedir pista. Se trata del que pretende reformar los artículos 67 y 69 de la Constitución para consagrar la educación superior como un derecho fundamental y gratuito. Este miércoles se inscribirá ante la Registraduría el Comité Promotor que comenzará la recolección de firmas para presentarlo al Congreso y si allí llegara a ser aprobado se convocaría a los colombianos para que con su voto se pronuncien sobre la gratuidad de la educación superior.
Los congresistas María José Pizarro (Decentes), Freddy León (Alianza Verde), Antonio Sanguino (A. Verde) y el exalcalde de Santa Marta Carlos Caicedo son algunos de sus promotores.
Caicedo aclaró que esta iniciativa no responde a ningún partido político, sino que es una propuesta abierta a todas las personas, sectores y organizaciones que estén a favor de mejorar el sistema de educación pública de Colombia.
La propuesta para convocar un referendo se produjo luego de más de dos meses de movilizaciones estudiantiles y 16 reuniones en mensas de trabajo entre el gobierno y líderes estudiantiles, luego de las cuales el presidente llegó a un acuerdo para incrementar el presupuesto de la educación superior pública.
Está motivada en que en el país solo el 28% de los jóvenes colombianos (entre 25 y 34 años) tienen grado universitario, cuando en los países desarrollados del mundo esta proporción es de casi el doble, el 44%. Además, el acceso a la educación superior solo es posible para una parte de la población, pues la mitad de los jóvenes entre 17 y 21 años no acceden a la universidad.
Este referendo pretende añadir el siguiente párrafo a la Constitución:
En concreto, la Constitución añadiría una reforma muy importante: “La educación superior es un derecho fundamental. El Estado garantizará el acceso universal y gratuito a la misma en las Instituciones de educación superior estatales”.
Para los promotores, con ello se garantizará, por primera vez, que la educación superior es un derecho fundamental y, de esta manera, todos los colombianos podrán acceder a la educación universitaria
Una vez inscrito el Comité Promotor este tendrá un plazo de seis meses para recoger firmas que correspondan al 5% del censo electoral (36,421,026). Es decir, para que el proyecto de convocatoria a referendo sea avalado necesita 1.821.051 firmas válidas. Sin embargo los promotores del llamado referendo de la educación aspiran a prestarlo con el respaldo de 5 millones de firmas.
Si después de seis meses cumple este primer requisito y la Registraduría avala la validez de las firmas, se presentara ante el Congreso un proyecto de ley para convocar al pueblo colombiano al referendo, el cual necesita ser aprobado en 4 debates, dos en el Senado y dos en la Cámara.
Si el Congreso llegara a aprobarlo se expediría la ley convocando a los colombianos a pronunciarse en las urnas. De llegar a esa instancia la reforma constitucional se aprobaría si participa el 25% del censo electoral, es decir 9.105.256 personas, y que la mayoría de ellas voten a favor del referendo.
Los requisitos no son nada fáciles y por eso este mecanismo de participación ciudadana no ha tenido éxito en el país. Ahora como la apuesta de establecer la educación superior gratuita en instituciones públicas comienza la batalla de un nuevo referendo.
Tomado de Semana
