El sector más golpeado fue el gastronómico, pues lo turistas se negaban a ingresar a los restaurantes por los malos olores.
El rebosamiento de aguas residuales en El Rodadero, ha sido la piedra en el zapato de prestadores de servicios turísticos y comerciantes de esta importante zona de Santa Marta. Los malos olores, ocasionaron pérdidas millonarias en hoteles, agencias y principalmente en restaurantes.
De acuerdo con Rosa Villalba, dirigente del sector y quien lleva más de 25 años laborando con el turismo, lo que debía ser una temporada de ensueño, terminó convirtiéndose en una verdadera pesadilla, pues señala que el daño económico es irreparable.
“El puente de reyes magos fue tan crítico que los camiones vactor no dieron abasto. Gran parte de El Rodadero estuvo todo el fin de semana lleno de aguas servidas y esto produjo que los foráneos prefirieran no salir”, dijo la comerciante.
El sector más golpeado, fue sin duda alguna el gastronómico, pues los comensales preferían cancelar sus pedidos y abandonar los restaurantes, antes que comer en lugares en los que los olores fétidos reinaban.
Por lo anterior, este gremio anunció que se reunirán para tomar medidas legales contra la Empresa de Servicios Públicos del Distrito, teniendo en cuenta que no contaban con plan de contingencia y los afectaron económicamente.
“El viernes y sábado, tres restaurantes decidieron cerrar sus puertas por los malos olores. Todo el dinero invertido en comida, adecuaciones, personal y servicios se perdió”, expuso Rosa Villalba.
Finalmente, de cara los que serán los días más buenos de la temporada, como los califican los comerciantes, hacen un llamado a la Essmar para que se intensifiquen los planes y se logre contener los derramamientos.