Según la versión de la víctima, los uniformados lo agredieron sin justificación y le solicitaron la suma de $200 mil pesos que su familia tuvo que cancelar.
Abuso de autoridad, maltrato y violencia, así definió Jesús Quintero la manera cómo los uniformados de la Policía, adscritos al CAI de Bastidas, realizaron un procedimiento en donde resultó detenido y golpeado, a la vez que le exigían a su familia $200 mil pesos para dejarlo en libertad.
De acuerdo con lo dicho por Quintero, él se transportaba en una motocicleta de propiedad de su hermano, cuando lo patrulleros le solicitaron descender del vehículo y presentar el documento identificación, que no portaba, pues, según iba a llevar a un trabajador de su padre en el mismo sector.
“Se me atravesaron y enseguida empezaron a gritarme, entonces yo le pedí respeto. Uno de ellos me requirió la cédula y como no la tenía me intentaron esposar mientras me decía improperios y me ultrajaban. Mi compañero empezó a grabar y eso los ofuscó. Me subieron a un carro y a penas llegamos al CAI uno de ellos me dio una cachetada y me agredió con un bate”, relata Quintero.
La familia del joven retenido accedió a las pretensiones de los uniformados que presuntamente le exigieron el dinero. La suma fue entregada en la misma estación horas después del incidente.
“Mi papá tiene tienda y cada vez que pasan por allá me amenazan, me dicen que si me ven por ahí me va a pasar lo mismo. Yo no portaba armas, ni droga, ni mucho menos soy un delincuente.
También me querían imponer un comparendo porque supuestamente yo le rompí el uniforme a uno de ellos, después porque dizque estaba borracho, y luego por irrespeto a la autoridad, pero en fin no comprobaron nada”, concluyó el denunciante.
Jesús Quintero advirtió que ya se encuentra adelantando un proceso jurídico en contra de los policías y espera que el material fílmico y el testimonio del acompañante, sirvan para que se inicie un trámite disciplinario en contra de los presuntos agresores.