Se trata del puente Michichoa, que une a Santa Ana con Santa Bárbara de Pinto, el cual se desplomó hace más de un año.
Un grito de auxilio han elevado los concejales de los municipios de Santa Ana y Santa Bárbara de Pinto en el Magdalena, tras cumplirse 381 días de que el puente que los une, se viniera al piso.
Se trata del puente conocido como Michichoa, quien se desplomara a principios del mes de julio de 2023, sumiendo a ambas poblaciones en una grave situación económica y social.
Ante esto, y aprovechando el alcance de las redes sociales, concejales de estas poblaciones han exigido al gobernador del departamento, Rafael Martínez, una respuesta inmediata a esta problemática.
De manera respetuosa le hacemos un llamado al gobernador Rafael Martínez para que tome cartas en el asunto y subsane esta situación de una vez por todas”, manifestó uno de los cabildantes.
Por el desplome del puente, los habitantes de estas poblaciones han tenido que recurrir a otras vías, generando problemas como: aumento en los precios de productos básicos:, retrasos críticos en la atención médica y pérdidas considerables en el comercio local, por lo difícil que es transportar la mercancía.
Al no encontrar respuestas por parte de las autoridades competentes, la comunidad ha comenzado a reparar el puente de manera rudimentaria, en un intento desesperado por restaurar la funcionalidad de la vía. No obstante, la situación sigue sin resolverse.
Esta crisis ha llevado a que la Procuraduría General de la Nación intervenga, emitiendo un comunicado urgente instando a la administración departamental a tomar medidas inmediatas para solucionar el problema. La Procuraduría ha advertido sobre el riesgo potencial de accidentes debido a posibles aumentos súbitos en el caudal del río y ha solicitado un informe detallado sobre las acciones tomadas y un plan de acción para la restauración del puente.