De acuerdo al comunicado la entidad de salud, priorizó el estado del infante.
Luego de que Sarith Suárez Guerra denunciara públicamente que la Clínica La Milagrosa se negó a entregarle a su hijo recién nacido, la institución médica respondió a través de un comunicado, en el que aclara que activó los protocolos legales por presuntas señales de alerta detectadas durante la atención médica.
De acuerdo con el pronunciamiento oficial, Suárez ingresó en trabajo de parto el pasado 31 de mayo y recibió, junto con su bebé, la atención clínica requerida. Sin embargo, el equipo médico identificó situaciones que, según la clínica, encendieron alarmas sobre posibles riesgos que comprometían el bienestar del recién nacido y de la madre.
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Ante esta situación, y en cumplimiento de los lineamientos éticos y legales, la institución notificó de inmediato al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), autoridad encargada de intervenir en casos relacionados con la protección de menores en Colombia.
“La Clínica La Milagrosa ha actuado, en todo momento, buscando el bienestar integral de la madre y el recién nacido, y en estricto cumplimiento de la normatividad vigente”, señala el comunicado. Además, se reitera que la institución mantiene su compromiso con la ética médica, la salud y la protección de los derechos fundamentales de sus pacientes.
Hasta el momento, el ICBF no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso. Entretanto, la Clínica La Milagrosa sostiene que cualquier decisión sobre la custodia del menor corresponde exclusivamente a las autoridades competentes.
