La medida regirá a partir del 8 de junio.
China ampliará el número de vuelos internacionales desde el 8 de junio procedentes de países como Japón, Australia, Canadá y Estados Unidos, informó la Administración de Aviación Civil de China (CAAC).
La autoridad de aviación civil del país indicó este jueves que, a fin de “impulsar los viajes internacionales, esenciales para la recuperación económica”, aerolíneas extranjeras que no forman parte de una lista previamente establecida podrán realizar un vuelo a China cada semana.
Estos vuelos llegarán a 32 ciudades chinas como Pekín, Cantón (sureste), Harbin (noreste), Nanjing (este), Shanghái (este), Shenzhen (sur), Xian (centro) y Wuhan (centro-este), entre otras.
El organismo añadió que pondrá en marcha un mecanismo basado en “recompensas y castigos” para las aerolíneas, de modo que las compañías que transporten viajeros no contagiados de coronavirus durante tres semanas podrán operar más vuelos a China cada semana.
Pero si un vuelo transporta a más de cinco viajeros que den positivo por coronavirus, la aerolínea deberá interrumpir su servicio durante una semana, y si transporta a más de 10, la suspensión será de cuatro semanas.
A finales de marzo, la CAAC instauró una política por la que solo se permite que cada aerolínea opere una única ruta a la semana desde cada país, lo que limitó el número de vuelos semanales a un máximo de 134.
Más tarde, el subdirector de la CAAC, Li Jian, anunció que China relajaría las restricciones a los vuelos internacionales “de forma muy gradual”, y señaló que desde el 1 junio se permitirían hasta 407 vuelos semanales, aunque previó que no se llegaría a esta cifra por las “condiciones del mercado” (en referencia a una previsible falta de demanda).
Anteriormente, la autoridad de aviación civil del país asiático había anunciado que permitiría a ciertas aerolíneas solicitar “canales verdes” para vuelos con destino a China desde 8 países: Japón, Corea del Sur, Singapur, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Suiza.
Estos vuelos tendrán como objetivo trasladar a empleados de empresas extranjeras que operan en la segunda potencia económica mundial.