El líder de Fuerza Ciudadana y exgobernador del Magdalena decidió no participar en la consulta presidencial de 2026, una movida que reconfigura el panorama político del progresismo fuera del Pacto Histórico.
El proyecto presidencial de Carlos Eduardo Caicedo, exgobernador del Magdalena y máximo líder del movimiento Fuerza Ciudadana, confirmó su retiro de la consulta presidencial interpartidista, mecanismo previsto para definir candidaturas de cara a las elecciones de 2026.
La decisión se conoció tras el cierre del plazo de inscripciones ante la Registraduría Nacional, lo que dejó por fuera a Caicedo de la contienda interna, pese a que su equipo político había impulsado una estrategia de alcance nacional a través de un Grupo Significativo de Ciudadanos.
Analistas políticos coinciden en que la figura de Caicedo mantiene una fuerte base regional en Santa Marta y el Magdalena, pero enfrenta dificultades para posicionarse a nivel nacional, especialmente en un escenario de fragmentación del progresismo y tensiones con sectores afines al Pacto Histórico.
El exmandatario departamental ha marcado distancia del presidente Gustavo Petro y de la coalición oficialista, lo que le permitió consolidar un discurso propio, pero también lo dejó sin una plataforma nacional sólida que respaldara su aspiración presidencial.
Impacto para Fuerza Ciudadana
El retiro de la consulta representa un revés político para Fuerza Ciudadana, movimiento que ha enfrentado recientemente dificultades jurídicas y organizativas, entre ellas la pérdida de personería jurídica, situación que limita su capacidad de competir en igualdad de condiciones frente a partidos tradicionales.
No obstante, desde sectores cercanos al caicedismo se insiste en que esta decisión no implica un retiro definitivo de la vida política, sino un replanteamiento estratégico de cara a futuros escenarios electorales y alianzas.
El desistimiento de Caicedo se suma a otros movimientos y renuncias dentro del mapa electoral, evidenciando un reacomodo anticipado de fuerzas rumbo a las elecciones presidenciales, donde las consultas interpartidistas no lograron consolidar una participación amplia de todos los aspirantes.
Por ahora, el panorama deja claro que la disputa por la Presidencia seguirá marcada por bloques políticos definidos, mientras liderazgos regionales como el de Caicedo deberán decidir si apuestan por alianzas nacionales o refuerzan su influencia territorial.


