Las medidas serán aplicadas durante dos semanas.
Cerca de un millón de habitantes de la región española de Madrid se preparan para la entrada en vigor el desde este lunes de estrictas limitaciones a su libertad de movimiento, destinadas a frenar la segunda ola de la epidemia de Covid-19.
Las medidas, anunciadas el viernes, serán aplicadas durante dos semanas.
Los habitantes de las zonas afectadas, 850.000 personas que representan 13% de la población de la región, solo podrán salir de su barrio por razones de primera necesidad, como ir a trabajar, al médico o llevar a los niños al colegio.
En cambio, podrán desplazarse libremente en el interior de su barrio. De la misma manera, estará prohibida la entrada en estas zonas, salvo por esas razones de primera necesidad.
Las autoridades de Madrid recomiendan a los habitantes “que estén en casa el mayor tiempo posible”, aunque aseguran que no se trata de un estricto confinamiento a domicilio, como el de la pasada primavera boreal.
En estos barrios o municipios, situados en el sur más pobre de la capital, los parques estarán cerrados, mientras que los bares y restaurantes deberán limitar su capacidad a 50%.
En toda la región, el número máximo autorizado de personas en reunión pasará de diez a seis.
Los habitantes deberán presentar un documento escrito para justificar su desplazamiento y habrá controles “aleatorios” por parte de las fuerzas de seguridad, según anunciaron el domingo las autoridades regionales.
Una vez transcurridas las primeras 24 horas, se podrán imponer sanciones.