Al momento del crimen se movilizaba en un vehículo del Inpec. Ya había sido amenazado por un recluso.
El coronel retirado de la Policía Élmer Fernández, Director de la Cárcel La Modelo de Bogotá, fue asesinado este jueves cuando se movilizaba en un vehículo por una calle de la capital del país.
El expolicía había asumido ese cargo apenas el pasado 4 de abril y contaba con 57 años de edad.
Según se conoció, el Director era natural de Piendamó, en el departamento del Cauca y había nacido el 20 de mayo 1966.
También había sido Director de la Cárcel de Guaduas, Cundinamarca, antes de asumir ese mismo rol en La Modelo.
Fernández era administrador de empresa y estudió administración policial. Además, tenía una especialización en gerencia de recursos humanos y una maestría en seguridad pública.
El Director fue asesinado este jueves por sicarios que lo atacaron a tiros cuando se movilizaba en un vehículo oficial por una avenida del norte Bogotá.
Una de las hipótesis que manejan las autoridades indica que probablemente el crimen del Director pueda tener relación con redes dedicadas a la extorsión carcelaria. Es decir, algunas bandas estarían detrás del crimen por el trabajo de disciplina y de parar este delito por parte del Director en la Cárcel La Modelo de Bogotá.
La Alcaldía de Bogotá ofreció una recompensa de hasta 50 millones de pesos para quien suministre información que conlleve a la captura de los sicarios.
Amenazas contra el Inpec
Según el presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP), Óscar Robayo, el director Fernández había sido amenazado hace un tiempo y esos hechos fueron dados a conocer a las autoridades.
Las autoridades no han señalado a posibles autores del asesinato pero, según medios locales, el funcionario había recibido amenazas contra él y su familia de un delincuente conocido con el alias de ‘Pedro Pluma’ por sus acciones para poner orden en los patios de La Modelo, situada en la zona sur de la ciudad.
Entre tanto, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, aseguró: “Estamos trabajando con las autoridades para dar con los responsables a la mayor brevedad. Hago un llamado a todas las autoridades para que trabajemos juntos por proteger la vida y garantizar la seguridad de todas las personas amenazadas por grupos criminales”.
El Gobierno declaró en febrero pasado la emergencia carcelaria para enfrentar la persecución de bandas criminales a los guardianes de prisiones y combatir la extorsión que se hace desde los centros de reclusión del país, todos con un alto hacinamiento.
La medida se dio luego de una ola de violencia contra los funcionarios del Inpec y que le costó la vida a uno de ellos, llamado Jesús Cárdenas, tiroteado por dos sicarios cuando desayunaba cerca de la cárcel San Sebastián de Ternera, en Cartagena.
En esa ocasión, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, explicó que se iba a disponer de dinero para comprar equipos bloqueadores de la señal de teléfonos celulares en las cárceles, que son utilizados por presos para extorsionar y planear otras acciones criminales.
El Inpec administra 125 establecimientos carcelarios en todo el país con capacidad para 81.740 reclusos pero en la actualidad albergan a 101.976 personas privadas de la libertad.
Eso significa que la ocupación en las cárceles del país excede su capacidad en 20.236 internos, lo que equivale a un hacinamiento del 24,7 %, clasificado como alto por el Inpec.