Actúa como un alucinógeno, y la utilizan como parte de cierto turismo ancestral que toma auge en la zona rural.
El consumo de bebidas ancestrales como el Yagé o la Ayahuasca, propias de comunidades indígenas, estarían poniendo en riesgo la salud de muchas personas que las toman como parte de tipo de turismo que se realiza en zonas rurales de Medellín.
La advertencia la hizo la Personería de esta capital, que ha recibido varias quejas sobre excesos en la ingesta de estas sustancias. Incluso, se especula que en uno de los casos una mujer que incurrió en estas prácticas falleció hace dos meses.
Esta costumbre se ha incrementado en zonas como el corregimiento de Santa Elena, donde organizaciones adelantan también experiencias con rituales de sanación.
La situación se ha tornado compleja porque, según la Personería de Medellín, las personas que consumen estas sustancias indígenas han sufrido constantes daños en su salud, como pérdidas del conocimiento o desorientaciones que se hacen evidentes en las calles.
“La comunidad nos hizo un llamado en algún momento porque les preocupaba que había gente deambulando en días de la semana y ya se había presentado una muerte por el exceso de esas sustancias”, declaró a Blu Radio Carlos Calle, líder del Observatorio de Turismo de la Personería de Medellín
La Personería de la capital antioqueña hace un llamado a las instituciones de la alcaldía para que haya una regulación de estas prácticas y este tipo de turismo, a efectos de evitar más intoxicaciones o que se convierta en un problema de salud pública en la región.